Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Mientras que el CTS será sustituido por un nuevo sedán de nombre CT5 para la siguiente década, según la nueva nomenclatura de la marca, el sedán intermedio de Cadillac sigue ostentándose como una de las opciones más tentadoras de su segmento, especialmente cuando tiene la configuración V-Series.
Es por ello que la compañía fundada en 1902 celebra sus 115 años de existencia con una edición especial limitada a sólo 115 ejemplares. Además del color glaciar metálico (obviamente), tendrá rines de 19 pulgadas con acabado pulido, pinzas de frenos en rojo oscuro, manijas iluminadas y elementos aerodinámicos en fibra de carbono.
El interior recibe asientos deportivos Recaro, climatizador de tres zonas, cortinillas traseras, cámara en el retrovisor y asientos traseros calefactables, además de un sistema de registro de datos de rendimiento, en caso que desee monitorear sus tiempos de vuelta alrededor de un circuito.
El sistema motriz no recibe cambios, lo que no es malo cuando 640 caballos de fuerza son suficientes para dejar atrás a casi toda su competencia, salvo que desee renunciar a una buena dosis de lujo y refinamiento para ganar 67 HP e ir por un Hellcat. Como en cualquier CTS-V, el paquete viene acompañado de dos días de capacitación y alojamiento gratuitos en la Cadillac V-Performance Academy.
El precio sugerido para la Unión Americana es de 103,885 dólares (1.84 millones de pesos). 105 unidades llegarán a los concesionarios estadounidenses en septiembre, no está claro el destino de las 10 restantes, pero aunque parece complicado que se oferten fuera de su mercado local, no perdemos las esperanzas.