Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Chevrolet acaba de anunciar una serie de actualizaciones para varios de sus modelos, con el fin de mantenerlos al día.
Para comenzar, el sedán mediano Malibu añade una nueva variante RS, que como muchos paquetes de pretensiones deportivas, se centra mayormente en el aspecto estético. Recibe una nueva parrilla negra, un alerón labial, rines de 18 pulgadas y un escape con salida doble, sin que se toque el sistema motriz o la suspensión.
El resto de al alineación recibe mejoras sutiles, como faros, calaveras, o una pantalla táctil de ocho pulgadas (antes siete) en el tablero con la tercera generación del sistema de infoentretenimiento de GM, mientras que el motor de acceso, el 1.5 litros turboalimentado, dejará de lado la transmisión automática de convertidor de par de seis velocidades a favor de una continuamente variable.
El compacto Cruze, por su parte, recibe ligeros cambios en el frente con una parrilla diferente, más cromo y nuevas opciones de color, además de su propia variante RS con rines de 17 a 18 pulgadas.
El resto de las noticias no parece que vayan a afectar a la gama en México, ya que los ejemplares para Estados Unidos se fabrican en Ohio y los que se comercializan en nuestro mercado provienen de Ramos Arizpe, Coahuila. Para la Unión americana, perderá las opciones con caja manual, mientras que el hatchback, que se produce aquí, pero no se vende, añade un nuevo grado de acceso denominado LS.
El más pequeño de la gama, el Spark, también recibe una nueva parrilla y fascia, ahora remarcadas con acentos cromados, además de nuevas opciones en conectividad, mientras que el frenado de emergencia se vuelve una opción que muy seguramente no veremos al sur del Río Bravo.
Los modelos revisados se irán lanzando a lo largo del año, con precios por anunciar.