Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
El Audi A1 lleva entre nosotros desde 2010, por lo que, aunque se mantiene como uno de los modelos más exitosos de la casa de Ingolstadt, se prepara para recibir su primera renovación total.
Por lo que se puede jugar en varias mulas de pruebas que ya han sido cazadas, las líneas maestras del perfil y el techo se mantendrán casi sin cambios, mientras que al frente recibirá el nuevo lenguaje de diseño de la marca con ángulos más marcados, aunque de momento parece que prescindirá de los faros con el escalón inferior cortados por una “Z” ya vistos en los Audi A3, A4 y A5, mientras que los retrovisores irían montados más arriba.
Al interior recibirá también una fuerte influencia de sus hermanos mayores, con un acomodo de elementos en capas horizontales y la opción al conocido cuadro de instrumentos virtual, mientras que el uso de mejores materiales justificará mejor la intención premium del modelo. Se espera que al igual que la gama de entrada de VAG, cuente con motores de tres y cuatro cilindros; también podría recibir una variante híbrida.
Algunos rumores señalan que podría desaparecer la variante de tres puertas creada para competir frontalmente con el MINI Hatchback, conservando únicamente la variante Sportback de cinco puertas, aunque no se tiene información oficial que confirme esto.
Lo que sí se sabe es que se asentará en la variante más corta de la plataforma MQB del consorcio Volkswagen, usada en un montón de productos que incluyen al Audi A3, la Q2, el TT, el SEAT León, la Ateca, el VW Golf, la Tiguan y hasta al Passat europeo (en la galería).
Estas son buenas noticias para sus actuales hermanos de base: el VW Polo y el SEAT Ibiza, dos de los modelos más longevos de su segmento al datar de 2009 y 2008, respectivamente, por lo que la renovación de ambos subcompactos es no sólo inminente, podría darse antes que el A1, cuya presentación se espera para inicios de 2018.