Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
“Senna” y “McLaren” son un combo difícil de ignorar para cualquiera con algo de conocimiento del deporte motor. El piloto brasileño ya tenía un lugar asegurado en la historia aún antes de su trágica muerte gracias a sus tres títulos mundiales, todos con la escudería de Woking.
McLaren busca homenajear su leyenda con su más reciente auto de calle, que recibió precisamente el nombre de Senna. Aunque la firma ya nos había proporcionado datos de salida: 800 HP y 800 Nm (590 lb-pie) de par del V8 4.0 litros compartido con su principal donante, el 720S (del que también recibe la base de fibra de carbono), aunque con partes nuevas de titanio y fibra de carbono sustituyendo al aluminio, pero faltaban por conocer los datos de rendimiento.
Declara 2.8 segundos en el 0 a 100 km/h y una velocidad tope de 340 km/h. No son números muy alejados del 720S, sobre todo cuando el Senna es 220 kg más ligero, sin embargo, el agresivo y cortante diseño le hace ganar 800 kg de carga aerodinámica a 250 km/h contra 600 kg del McLaren P1, con lo que garantiza mantener el paso aún en las curvas más cerradas. Además, declara un 0 a 200 km/h en 6.8 segundos, casi un segundo menos que el 720S.
La reducción de peso es tal que las puertas pesan casi la mitad que las del 720S, en parte gracias al área con acrílico en la parte baja. La fuerza de frenado está a la par, pues declara que para pasar de 200 km/h a una detención total le tomará 100 metros, 17 menos que el miembro de la Serie Super. Por cierto, la transmisión es de siete velocidades con doble embrague y los neumáticos Pirelli P ZERO Trofeo R.
El diseño ha resultado polarizante entre el gran público, especialmente al compararlo con los mencionados 720S y P1, aunque Mike Flewitt, director de McLaren, señala: "No se supone que deba ser bonito. Los autos de la Serie Ultimate se enfocan en un área. En el Senna, la prioridad es el rendimiento aerodinámico y de pista".
Algo de razón debe tener, cuando los 500 ejemplares a ser producidos ya están agotados, a un precio de 958,966 dólares (18 millones de pesos), con aire acondicionado y sistema de sonido Bowers & Wilkins opcionales por 5,860 dólares (110 mil pesos) que añaden 7 kg al paquete, además de otros elementos de personalización que garanticen que no haya dos idénticos, como cinco colores exclusivos, además de 18 tonos convencionales y otros 16 ofrecidos por MSO, cuero, Alcántara y vistas de fibra de carbono. Los sensores de estacionamiento y la cámara trasera se instalan sin costo adicional, para beneplácito de los más ahorradores.