Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Mientras contamos los días para el futuro lanzamiento del Kia Stinger, la firma coreana continúa dando los últimos ajustes a su nuevo sedán de propulsión (recordemos que ya cuentan con el K900).
Para ello, los ingenieros a cargo del desarrollo han llevado al Stinger a los lagos de Laponia, al norte de Suecia, donde en las épocas más álgidas del año la temperatura fluctúa entre los -15 y los -40º centígrados; el escenario perfecto para poner a punto sistemas como los frenos, la suspensión, el control de tracción y la tracción total opcional.
Al frente del equipo se encuentra Albert Biermann, ex-ingeniero de BMW que participó en la división M, por lo que aparte de la seguridad en estas condiciones extremas, otro de los objetivos a cumplir es dotar al sedán de una sensación deportiva, una de las características que más intentará promover cuando llegue al mercado.
En cuanto al sistema AWD, si bien hasta el 50% del par motor puede ser enviado al eje delantero, era cifra fluctúa usualmente entre el 20 y el 40% de acuerdo a los requerimientos de las condiciones del camino y del ajuste que el piloto establezca.
Las buenas noticias son que el Stinger está más que confirmado para México, aunque las malas son que el arribo se dará hasta principios del 2018, es decir, casi un año. Mientras ese momento llega y tras el desembarco del Soul Turbo y la Niro Hybrid, el futuro de la expansión de la gama de Kia en México luce más que prometedor.
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