Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Como muchas marcas, SEAT ha estado acelerando su ingreso al lucrativo segmento SUV, con lo que, de no tener un solo representante, ahora cuenta con dos: la Ateca y la Arona; y una más por venir, la Tarraco.
Claro, ello no significa que vayan a descuidar a los modelos que han sido su columna vertebral por varias décadas, caso concreto del Ibiza (que ya se puede pedir con más bolsas de aire) y el León. Este último no ha tenido demasiados cambios desde que se lanzara en 2012, salvo por la adición de variantes cada vez más potentes y la separación de las variantes Cupra.
Pero la marca tiene un ambicioso plan que consiste en presentar un nuevo modelo cada seis meses de aquí a 2022, por lo que confirma que ya se está cocinando el lanzamiento de la nueva generación del León, que llegará en 2019 y no sólo eso, sino que le seguirá el que será el primer vehículo eléctrico de producción de la firma ibérica.
El SEAT eléctrico llegará en 2020, antecedido por una variante híbrida enchufable del León con una autonomía en modo puramente eléctrico de 50 km y que será montado en la factoría de Martorell. Por su parte, el eléctrico se montará en la plataforma MEB del Grupo Volkswagen (la de los VW ID) y promete una autonomía de hasta 500 km y manejo semiautónomo de nivel 2.
El León se seguirá montando sobre la flexible plataforma MQB, aunque, tal como el Ibiza, ganará algunos centímetros extras en el espacio interior, al tiempo que se elimina la variante de tres puertas SC. El derivado vagoneta ST seguirá ofertándose. Mientras llega el híbrido, deberán de mantenerse motores de 1.0 y 1.5 litros endotérmicos con turboalimentación.