Por José Virgilio Ordaz.
Hace seis años Porsche lanzaba el segundo modelo de su revolución interna, el Panamera, bautizado en honor a la Carrera Panamericana; si ya habían presentado una exitosa SUV ¿Por qué no aprovechar y lanzar un sedán?
Con el fin de preservar la genética de diseño de Porsche, se agregaron soluciones estéticas usadas en la Cayenne; al igual que en un coupé, los faros y calaveras van montados muy arriba, franqueando la tapa del cofre y la cajuela, mientras que el medallón y el parabrisas se inclinan dramáticamente, a la usanza de los ahora llamados “coupés de cuatro puertas”, con lo que se gana un perfil de liftback o “dos volúmenes y medio”; al frente las grandes tomas de aire se separan visualmente de las calaveras por las luces indicadoras y el portaplaca, que va en un posición inusualmente alta.
Al igual que la Cayenne, el Panamera no estuvo exento de polémica por su estética arriesgada, sin embargo ha resultado tan exitoso como la SUV, por lo que la firma confirma una segunda generación para marzo de 2016, en el Salón de Ginebra.
La declaración fue hecha por el ex-CEO de Porsche, Matthias Müller (ahora CEO de grupo Volkswagen), quien evitó entrar en detalles, salvo que el sedán saldrá a la venta en el segundo semestre de ese año y que no habrá grandes cambios en su estética, que seguirá siendo inconfundiblemente “Porsche”; algunas mulas de pruebas que han sido captadas parecen indicar que será así, salvo por la parte trasera, que luce menos abombada.
El Panamera compartirá la plataforma MSB de propulsión trasera con el siguiente Bentley Continental y quizá una SUV más pequeña de la firma de Crewe, con lo que el Porsche será unos 90 kg más ligero.
Como muchos vehículos en el Salón de Frankfurt, el Panamera podría adelantarse a su presentación oficial.