Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Desde que se presentara la quinta generación del SEAT Ibiza, al que pudimos conocer en el Salón de Ginebra, inmediatamente comenzaron las confirmaciones de nuevos productos que se asentarían sobre la plataforma MQB A0 estrenada en el subcompacto ibérico.
La variante más pequeña de la flexible plataforma MQB sustentará, además del hatchback, a una nueva crossover que reemplazará indirectamente a la carrocería vagoneta ST (que lamentablemente, nunca conocimos en México). Sabemos que la nueva camioneta se llamará Arona, aunque no hay fecha tentativa de lanzamiento, el cual deberá tardar varios meses para no diluir el impacto comercial de la recién llegada Ateca.
Ahora se confirma algo que ya era inminente: la base también se usará para el venidero reemplazo del Volkswagen Polo. Ya desde hace dos años se había confirmado una fuerte inversión en las plantas de SEAT para recibir a las nuevas generaciones de ambos subcompactos, así como a la mencionada Arona y posiblemente hasta al Audi A1, cuya primera generación comparte arquitectura con los Polo e Ibiza.
La renovación de ambos productos era inminente cuando el Ibiza acumula ya nueve años en su iteración actual, pese a un lavado de cara profundo en 2012; y el Polo cumple ocho años a la venta con cambios menores en su generación vigente. Es por ello que el segundo confirma su necesaria renovación para el próximo gran evento europeo.
Deberá compartir la gama de motores presentados con el Ibiza, con un tricilindro 1.0 litros y un 1.5 de 125 y 150 HP. Se espera un diseño más dinámico, inspirado en el Passat europeo (última foto) y, si tenemos suerte, en el recién presentado Arteon. A diferencia de su hermano hispano, el Polo se ofrecerá con carrocería de tres y cinco puertas, aunque no se sabe si eventualmente habrá un derivado sedán o si el actual Vento pervivirá para los mercados en desarrollo. El próximo Salón de Frankfurt se celebrará en septiembre.