Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Como muchos vehículos de nicho, el Mustang presenta más o menos con regularidad ediciones especiales destinadas a mantener contentos a sus entusiastas, interesados en tener entre sus manos un ejemplar especial sin necesidad de desembolsar demasiado dinero extra como ocurriría, por ejemplo, con un Shelby.
El año pasado, el Mustang recibió una profunda revisión de media vida, por lo que está a tiempo para comenzar a buscar en su amplio bagaje para seguir vigente mientras llega un nuevo GT500. Además del bienvenido Bullitt presentado a inicios de año, una de esas ediciones fue la conocida como California, que ha existido en el Mustang prácticamente desde su creación (1968) y cuya última iteración fue presentada en 2015.
Disponible únicamente para el grado GT con motor 5.0 litros, en carrocerías coupé y Convertible, el nuevo California se distingue por su parrilla oscurecida y un par de listas en los laterales entre ambas salpicaderas, además de un nuevo difusor delantero y rines exclusivos de cinco radios. Aparte de vestiduras de gamuza en el interior con costuras rojas, se encontrarán con varias insignias California Special y CS distribuidas por dentro y por fuera.
El motor no ha sido modificado, lo que no es necesariamente malo con un ocho cilindros capaz de producir 460 caballos de fuerza sin necesidad de asistencias. Otras opciones, disponibles para el resto de la gama Mustang, incluyen una función de ajuste de revoluciones para el GT manual, audio Bang & Olufsen de 12 parlantes y 1,000 Watts, escape activo para el motor EcoBoost y tres tonos de pintura extra de inspiración vintage: Velocity Blue, Need for Green y Dark Highland Green (el mismo del Bullitt).
Las ventas están programadas para iniciar en los Estados Unidos el próximo semestre, esperamos que se anime a cruzar la frontera.
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