Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Lanzado en 2014, el Honda Fit está justo a tiempo para una revisión de media vida, bastante ligera, pero suficiente para mantenerlo vigente por un par de años más.
Recibe faros de nuevo diseño, una nueva parrilla con una barra central más delgada en plástico negro brillante, ahora enmarcada por dos tiras de cromo en los bordes superior e inferior y una fascia que busca remitirnos a su hermano mayor, el Honda Civic.
Por detrás las calaveras también varían un poco, mientras que la barra cromada bajo el medallón cambia a plástico negro. La fascia pierde las salidas triangulares de aire simuladas a favor de unas romboidales de diseño más discreto. Se mantiene el motor 1.5 litros con 130 HP y 154 Nm de par, con una caja manual de seis velocidades o una automática CVT.
Se añade un paquete Sport con un difusor frontal pintado de naranja en la fascia, algunos elementos aerodinámicos extra, tubo de escape cromado, un difusor de aire simulado y rines de 16 pulgadas con acabado negro brillante. También hay dos nuevos colores para la carrocería: naranja Furia y amarillo aperlado Helios, que sustituye al amarillo Mystic. De momento no hay imágenes del interior, por lo que cabe esperar cambios mínimos.
Al menos para los mercados más exigentes, los grados más equipados incluirán elementos de seguridad como control de crucero adaptativo, freno con mitigación de colisión, asistente de permanencia en el carril, mitigación de salida del camino, y alerta de cambio de ruta, que en las variantes básicas serán opcionales.
Las ventas comenzarán antes que termine el año, con precios por anunciar.