Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Quizá no lo parezca, pero el Porsche Panamera, el sedán de la firma bautizado en honor a la Carrera Panamericana (en la galería), recién cumplió entre nosotros siete años. Se esperaba su renovación desde el primer trimestre, pero al parecer en uno de los dos cuarteles generales asentados en Stuttgart se están tomando su tiempo.
Sin embargo, aprovecharon la 37ª edición del Simposio Internacional de Motores de Viena para revelar algunos detalles del venidero sedán deportivo, concretamente en cuanto a las mecánicas que lo animarán.
Para comenzar, el motor estrella seguirá siendo un V8, que en esta ocasión deriva del V6 de 3.0 litros que hace poco conocimos en el Audi S4. No se da una cifra específica de desplazamiento, pero ciñéndonos a la actual tendencia germana, es probable que sea de 4.0 litros, con 500 cc para cada cilindro. La salida será de 549 CV y 567 lb-pie (770 Nm), que si bien queda por debajo del actual Turbo S en potencia (570 caballos), observa una ligera mejora de par (553 lb-pie o 750 Nm). Contra el Turbo a secas, el incremento es más visible: 520 CV y 700 Nm (516 lb-pie). La fuerza será dosificada por dos cajas de velocidades ZF, ambas de ocho cambios, una automática tradicional y otra de doble embrague.
La planta motriz contará con un sistema de desactivación de cilindros denominado Half-Engine, que puede funcionar entre 950 y 3,500 rpm, ayudando, de acuerdo a Porsche, a reducir el consumo un 30% contra el motor actual. Pese al incremento, la marca promete una reducción significativa de las emisiones de CO2. Desarrollado para configuraciones longitudinales, es posible que en el corto y mediano plazo el impulsor llegue no sólo a la Cayenne, sino a otros modelos de marcas del conglomerado como la mencionada Audi, Bentley e incluso el próximo Lamborghini Urus.