Por Edmundo Cano
Rememorando los mejores días de los carroceros artesanales, Rolls Royce presentó en el prestigioso Concurso de Elegancia Villa d'Este un modelo único mandado a hacer por un acaudalado entusiasta de la marca, llamado Sweptail. El “one-off” está basado en la plataforma del Phantom Coupe, y su diseño recuerda las carrocerías “boat-tail” que tan en boga estuvieron en los años 30, y que hicieron un breve regreso en algunos modelos americanos de los años 70, como el Buick Riviera.
Básicamente toda la parte trasera es un diseño único con una afilada sección media rematada por un complejo medallón, parte a su vez de un toldo completamente de cristal. Al frente los cambios son menos radicales a la vista, aunque la única pieza de producción en toda la nariz es la clásica parrilla, todo lo demás fue hecho exclusivamente para este auto.
El interior también ha sido hecho a medida y presenta solamente dos plazas. Todo el espacio trasero es ahora ocupado por una espectacular estructura de fabricada a mano del más fino ébano y madera Paldao, rematada con insertos de mocasín y piel, con iluminación azul indirecta. El tablero sigue exactamente el mismo principio que toda la zona trasera, y fuera del cuadro de instrumentos y la electrónica presente en el Phantom Coupe, también está totalmente fabricado a mano.

Hay rumores que afirman que el Sweptail costó más de 10 millones de euros; si bien la marca los ha negado, el director ejecutivo de Rolls Royce Cars, Torsten Muller, sí afirmó que fue “muy, muy caro”, y dijo que la marca está abierta a recibir proyectos similares en el futuro, siempre y cuando haya clientes que deseen involucrarse enteramente en el desarrollo del proyecto de principio a fin. “El Sweptail es la prueba de que Rolls Royce es actualmente el pináculo de los “coachbuilders”, y estamos dispuestos a escuchar a nuestros más especiales clientes y estimar su interés en invertir en exclusivas obras maestras como esta, totalmente hechas a medida”.