Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Fue en 1967 que Carroll Shelby tomó el V8 427 del mítico GT40 MkII de competencia para injertarlo en el vano de un Mustang Fastback, con el fin de dotar a Goodyear de un prototipo para probar neumáticos de alta velocidad, con los que alcanzó hasta 170 mph (273 km/h).
Este experimento de ingeniería recibió el nombre de Shelby GT 500 Super Snake, con una producción estimada de 520 HP, además de otras modificaciones como frenos de disco delantero de alto rendimiento. Don McCain, un concesionario y exempleado de Shelby, impulsó un proyecto para fabricar 50 unidades, pero al final se descartó por los altos costos.
Sin embargo, ambos se reunieron hace unos años una vez más para intentar reflotar el proyecto, incluso, firmaron ambos una serie de 10 placas metálicas que distinguirían sendas unidades de producción. Lamentablemente, la vida no les alcanzó para concretar sus planes, pues ambos fallecieron en los años subsecuentes.
Ahora, Shelby American se autoimpone el reto de concretar el proyecto y homenajear a ambos personajes, de modo que fabricará los 10 ejemplares pactados, sí, cada uno con una de las placas firmadas. Tomarán como base un Mustang Fastback 1967 –aunque también se puede usar un GT500 de la época-, con un motor de 427 pulgadas cúbicas (7.0 litros), ajustado para rendir 550 caballos de fuerza, con una transmisión manual de cuatro velocidades.
Cada Shelby GT500 Super Snake tendrá un costo de 249,995 dólares, alto, pero una ganga cuando el prototipo original de 1967 fue tasado en 1.3 millones en una subasta realizada en 2013, por lo que de entonces a ahora seguramente ha visto incrementado su valor exponencialmente.
El especialista también presentó una nueva tirada para el Series 2 Roadster, el heredero del Shelby Series 1 original lanzado a finales de los 90 con un motor V8 del Oldsmobile Aurora y que fuera el primer vehículo de Shelby que no compartía base con un modelo de otra marca.
Ahora, tras recuperar algunos chasis originales –propiedad de Wingard Motorsports-, fueron sometidos a una estricta dieta a base de aluminio, fibra de carbono y titanio que reduce el peso 12%, al tiempo que es capaz de soportar hasta 800 caballos de fuerza, según la mecánica elegida.
Cuenta con rines de 19 pulgadas con llantas Michelin Pilot Sport Cup 2. La carrocería de aluminio puede venir únicamente pulida o cepillada, o si se prefiere, pintada, de acuerdo a un amplio catálogo de personalización. La producción está limitada a cuatro unidades por año, sin precio especificado.