Hay que ver más allá de lo que para algunos parece solo un facelift profundo, para entender por qué SEAT habla de una nueva generación de su querido León.
Por Edmundo Cano Texto: Hector Torres Imágenes: Seat
La característica línea de cintura que termina en ese inconfundible, afilado y tridimensional ángulo de la carrocería, sobre la calavera, puede apresurar las conclusiones. Pero si se lleva el examen más allá de las similitudes con el modelo actual –que las hay–, o de la herencia visual del Tarraco, comienzan a aflorar las claves evolutivas del renovado Seat León.
La marca española no tiene empacho en reconocerlo porque no hay nada que disimular: esta cuarta edición del modelo “se basa en el atractivo de su predecesor”. Parte del reto para el equipo de diseño radicó precisamente en transformarlo sin perder los atributos representativos que se probaron exitosos.
Ahí que de base siga una plataforma MQB si bien revisada, mejor diferenciada en sustancia de la que reemplaza por sus cinco centímetros adicionales de distancia entre ejes, que por el sufijo “Evo”, como es llamada. Se une así al grupo de los recientes Škoda Octavia y Volkswagen Golf VIII con que comparte dicha arquitectura y, por ende, diversos elementos mecánicos y tecnológicos.
De allí derivan las repensadas proporciones de este compacto: el Seat León queda ahora con 4,368 mm de largo (86 más que antes) 1,800 de ancho (16 menos) y 1,456 de alto (bajó 3). Mientras, la carrocería del Sportstourer es 93 milímetros más larga, 16 menos ancha y también 3 más baja.
Un cofre más prominente, los faros retrasados respecto de la parrilla y pilares A más inclinados, igualmente logran optimizar el coeficiente de arrastre aerodinámico en 8%, de acuerdo con la firma. El resto de la madurez en su estampa queda en los detalles, como las estilizadas tiras iluminadas bajo los retrovisores, las reordenadas manijas de las puertas y esa llamativa luz trasera corrida que nos recuerda a otros SEAT de hace dos décadas.
Adentro, la atención la recibe una inédita pantalla de 10 pulgadas que ya no figura integrada sino empotrada al tablero, también éste de apariencia flotante por estar superpuesto en dos niveles. El efecto se acentúa por unas molduras decorativas que lo rodean por detrás y continúan a lo largo de las puertas, rematadas con un hilo LED de luz ambiental que prende por encima de las asideras cuando el sensor de punto ciego detecta un objeto. Estético y funcional.
Si ya el pasado Seat León era minimalista en su ordenamiento interior, por otro lado, el actual le supera con superficies aún más limpias, carentes de perillas por completo y solo con los botones necesarios. Incluso el pomo de la caja automática es ahora un diminuto actuador de cortos recorridos verticales estilo joystick.
El más avanzado
El otro parteaguas queda dado por el salto de sofisticación en términos de conectividad, y esto ya no solo significa dentro del vehículo. Sí, la interfaz es compatible con celulares inteligentes, no faltan puertos USB ni el instrumental virtual de la casa, e incluso la navegación 3D con internet ha sido simplificada para interpretar comandos de voz más espontáneos. Sin embargo, ahora la experiencia del usuario contempla comunicación “hacia fuera”.
Y es que este catalán ya dispone de una tarjeta SIM integrada con que se posibilitan servicios de asistencia remota, como contactar –manual o automáticamente– cuerpos de emergencia en caso de accidente. O enviarles la ubicación del auto, qué motor monta o número de pasajeros a bordo.
También algunas funciones de infotenimiento para descargar información en tiempo real desde ‘la nube’, como tráfico o ubicación de estacionamientos y gasolineras con horarios de apertura y precios actualizados. Incluso permite la monitorización del estado del carro desde una aplicación en el celular, o el control de sus sistemas como el desbloqueo de puertas.
Herramientas como éstas serán especialmente útiles con la introducción de las variantes PHEV pues, nos dice la firma, podrá gestionarse el proceso de carga, programarla y manipular hasta el climatizador desde el teléfono.
Bajo el cofre
TSI (gasolina), TDI (diésel), TGI (Gas Natural Comprimido), electrificados… Como con el Golf VIII, finalmente, variedad de sobra hay en los trenes motrices del Seat León IV. Cuáles y cuándo llegarán a nuestro mercado es lo interesante. Entre los más obvios, los de gasolina, está el 1.5 de cuatro pistones que ya conocimos con el último Audi A1. Con hasta 150 caballos y desactivación de cilindros, parece la apuesta segura.
Porque tampoco es ajeno a nuestro país, no descartamos el pequeño 1.0 tricilíndrico con 110 equinos para las versiones de acceso, que son una novedad total para este SEAT. Mismo caso para el 2.0 de 190 caballos.
Ha hecho su debut tanto con cajas robotizadas como manuales de seis cambios, una buena noticia aun cuando no exista confirmación de las alternativas de especificación para México. Con todo, estamos seguros que la DSG y su nueva operación electrónica (by wire) que prescinde de la unión mecánica con el selector, llegará.
En orden de probabilidad, segundos aparecerían los bloques con electrificación ‘suave’ o “micro hibridación”. Esto es, una red de 48 V con generador acoplada al de combustión interna, que lo sustituye en momentos puntuales para que el auto circule o recupere energía y así reducir sus consumos. Los denominados eTSI (no confundir con los híbridos conectables), se derivan de los 1.0 y 1.5 mencionados.
Debido al tema de la infraestructura y precios, al final dejamos los PHEV. Los eHybrid combinan un propulsor a gasolina de 1.4 litros con un motor eléctrico que consiguen una potencia conjunta de 204 HP. Se alimentan vía un paquete de baterías de iones de litio de 13 kWh de capacidad y lo dejan rodar en modo 100% EV con una autonomía de 60 kilómetros.
La historia nos dice que las plantas GNC y a diésel permanecerán un fruto prohibido reservado para el Viejo Continente, incluida la tracción integral 4Drive con que algunos se ofertan. Esperamos cuando menos, ver de nuevo esa seductora guayín, el Sportstourer, en la gama nacional. Con eso nos conformamos. Bueno, con eso y con que alguno que otro considere la nueva suspensión ajustable como opción. Ya veremos.