Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Por fin el IIHS (Instituto de Seguros para la Seguridad en las carreteras de los Estados Unidos, por sus siglas en inglés) pudo echar mano de la última generación de la Mazda CX-9, con lo que la somete a su completa batería de pruebas.
Contra la longeva iteración anterior, la CX-9 mejora en prácticamente todas sus áreas de oportunidad. Aclarando que los parámetros de calificación son más rígidos ahora, la SUV de Mazda conserva buenas calificaciones en las pruebas de impacto al 50% del frente e impacto lateral, mientras que mejora de una evaluación “Marginal” a “Buena” (la más alta posible) en la resistencia del techo durante una volcadura y en protección de asientos a cuello y cabeza en impacto trasero.
Lo mejor es que en la prueba de impacto frontal al 25% del frente contra una barra fija, la más demandante, la CX-9 pasó de la valoración más baja (“Pobre”) a la mejor (“Buena”), mientras que los sistemas de prevención de choque también alcanzaron la nota más alta (“Superior”).
Sólo el funcionamiento de los faros logró una calificación apenas aceptable, aunque en el compendio general, es suficiente para que alcance el reconocimiento Top Safety Pick +, que la coloca como una de las opciones más seguras de su categoría, junto con la Hyundai Santa Fe (carrocería larga), la Toyota Highlander y la Honda Pilot.
Hablando de faros, el organismo evaluó el funcionamiento de luces de SUVs medianas tanto generalistas como de lujo, con resultados no muy alentadores en la mayoría de los casos, con sólo dos camionetas con la calificación más alta. Tras evaluar la iluminación tanto al frente como al tomar curvas y desde la perspectiva de un conductor en contraflujo, los resultados son las siguientes:
Premium |
Generalistas |
BUENO |
BUENO |
ACEPTABLE |
ACEPTABLE |
MARGINAL |
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Lexus RX* |
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Ford Flex * |
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MARGINAL |
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POBRE |
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POBRE |
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Toyota 4Runner * |
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* No disponible en México |