Por José Virgilio Ordaz.
Si han seguido las actualizaciones de pruebas de choque que les compartimos, se habrán dado cuenta ya que hay una buena cantidad por parte de organizaciones independientes como el IIHS, el LatinNCAP o el EuroNCAP, pero poco hablamos de organismos gubernamentales como la NHTSA (Administración Nacional de la Seguridad del Tráfico en las Carreteras de los Estados Unidos, por sus siglas en inglés), ya que las evaluaciones de éste resultan anacrónicas contra los últimos test implementados por asociaciones independientes; que si bien han ganado peso en países industrializados para endurecer las medidas de seguridad, no hay obligatoriedad para establecer cambios pese a la mala prensa que generen, más allá de las legislaciones vigentes, lo que hace que muchas marcas le “saquen la vuelta”, pues incluso en Estados Unidos sólo es necesario cumplir con los requerimientos de la NHTSA para circular.
Sin embargo, esto está a punto de cambiar, pues el gobierno de los Estados Unidos ya está trabajando en una actualización de las leyes de seguridad para los vehículos automotores, la primera en siete años, las cuales irán encaminadas a endurecer las pruebas de choque, medir los daños a peatones y evaluar asistencias de manejo como el frenado automático.
La Agencia se ha animado al cambio gracias a las nuevas pruebas implementadas en los últimos tres años por el IIHS, que evalúan los sistemas automáticos de frenado, así como la prueba de impacto del 25% del frente del auto (Small Overlap Test, SOT), que ha obligado a muchos fabricantes a reforzar la estructura de sus autos aún cuanto no haya un mandato legal.
Además de endurecer las medidas para otorgar calificaciones, la NHTSA establecerá normas para reducir al mínimo las lesiones a peatones, replicando las pruebas realizadas por el EuroNCAP, calificando lesiones a la cabeza, piernas y pelvis. También habrá un impacto frontal en ángulo, mientras que el impacto frontal total se ajustará para preservar la seguridad de los pasajeros traseros; se evaluarán las asistencias al conductor y los sistemas de seguridad autónomos, como la advertencia de punto ciego o la alerta de cambio de carril; los dummies de pruebas también se actualizarán para obtener resultados más realistas; y se usarán nuevos sensores para mediciones más precisas, declaró la agencia. La adición más reciente fue el impacto lateral contra poste en 2011, aunque “sólo” era necesario que se montaran bolsas de aire laterales para aprobar.
"La clasificación de seguridad de 5 estrellas de la NHTSA ha puesto en alto el listón en materia de seguridad desde que comenzó a usarse en 1978, hoy estamos llevando el estándar aún más alto", declaró el secretario de transporte de Estados Unidos, Anthony Foxx, "Los cambios ofrecerán más y mejor información a los compradores de vehículos nuevos, lo que ayudará a acelerar las innovaciones tecnológicas que salvan vidas", remató.
Se espera que la propuesta final esté lista a finales de 2016, para ser implementada cabalmente en el año 2019, con lo que se reducirán drásticamente el número de muertes en accidentes automovilísticos; en Estados Unidos el gobierno está dando un gran paso a favor de la seguridad de sus ciudadanos; como siempre pasa en estos casos, sólo nos resta preguntarnos ¿En México para cuándo?