La calificadora Standard & Poor’s rebajó la calificación de los bonos crediticios de Renault a basura, mientas que PSA pasó de tener una perspectiva estable a negativa, a causa de la contingencia por coronavirus.
Por José Virgilio Ordaz.
La situación de Renault y Nissan ya era delicada meses antes de la contingencia causada por el coronavirus Covid-19, pero podría volverse insostenible en el mediano plazo a causa de la caída en ventas por la pandemia.

Crisis en Renault y Nissan
Mientras las ventas comenzaban a caer en Norteamérica, China y Europa, Nissan entabló cargos contra su más alto directivo, Carlos Ghosn, lo que derivó en un largo arresto y posteriormente en un espectacular escape. Renault y Nissan no sólo cortaron lazos con el defenestrado brasileño, sino que frenaron todos sus planes y dieron las gracias a los ejecutivos relacionados con Ghosn.
Todo esto derivó en la caída del valor en bolsa y los ingresos de las firmas antes dirigidas por Ghosn. Incluso, Renault Nissan y Mitsubishi tuvieron que salir a acallar rumores y ratificar su alianza. Luego de todo lo anterior, se sumó la crisis por coronavirus, con el subsecuente cierre de plantas y el desplome en la venta de autos nuevos.
Renault, degradada a basura
¿Podría ser peor para Renault? Bueno, la agencia calificadora Standard & Poor’s acaba de dar a conocer su estimación para la calificación crediticia de la firma gala: pasa de BBB-/A- a BB+/B, o dicho de otro modo, la calificación de los bonos corporativos de Renault pasa a ser ‘basura’.
PSA se mantiene
Grupo PSA se mantiene en BBB-, pero su perspectiva pasó de estable a negativa, lo que quiere decir que muy posiblemente baje de mantenerse la situación. PSA y FCA han pausado las reuniones para negociar su fusión, ambos consorcios esperan obtener liquidez mediante créditos antes de continuar con sus planes.
Nissan, urgida de crédito
Nissan, socia de Renault y que también tenía un negro panorama antes de la pandemia, estaría en busca de una línea de crédito por hasta 4,600 millones de dólares (500,000 millones de yenes). Antes de la contingencia, Nissan ya había anunciado su primera pérdida trimestral en 10 años, por lo que sus perspectivas no son buenas en caso que la crisis se prolongue. La firma nipona estima una pérdida operativa del 85% durante marzo.