Por José Virgilio Ordaz.
¿Qué hacer con un Vocho de los setenta? Un hombre decidió “donarlo” al proyecto de titulación de su hijo, Emilio de la Torre, y sus compañeros: Kelmi Torres, Arlin Acosta, Ivette Luviano, y Daniel Ordaz, estudiantes de la carrera de Ingeniería Mecánica en la ESIME Unidad Culhuacán del Instituto Politécnico Nacional, quienes han bautizado su proyecto como Vehículos Eléctricos ALBA.
Daniel Ordaz explicó que el auto cuenta con un motor de corriente directa y es alimentado con seis baterías de ácido-plomo, que le dan una potencia de 15 caballos de fuerza. Para reducir peso se usó una carrocería de Boogie de 120 kilogramos, menciona Ivette Luviano.
Kelmi Torres nos señala que su objetivo es reintroducir autos de desecho como vehículos no contaminantes. El precio de los vehículos eléctricos es bastante elevado, nos recuerda Arlin Acosta, pero su diseño es accesible: el costo de desarrollo total fue de 180 mil pesos y calculan que puede reducirse a unos 120-140 mil pesos de llegar al mercado.
Las baterías se pueden recargar en cualquier toma de corriente; el auto alcanza una velocidad de 70 kilómetros por hora y la batería dura 45 kilómetros, luego de una recarga de ocho horas.
El costo de mantenimiento del sistema se reduce al cambio de baterías cada tres años, nos dice Emilio de la Torre, cuyo padre, también ingeniero, financió el proyecto.
Su mayor reto a futuro es conseguir una mejor autonomía, con un mínimo de 80 kilómetros, pues además de servirles para graduarse, quieren que el proyecto se convierta en una alternativa viable.