Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Ya se han lanzado “faros inteligentes” en los últimos años, los cuales giran de acuerdo a la dirección del camino o que ajusten automáticamente las luces altas. Sin embargo, los investigadores del Instituto Fraunhofer de Fiabilidad y Microintegración IZM de Berlín, dirigidos por el Dr. Hermann Oppermann, llevan la tecnología de iluminación más allá con nuevos faros que de forma automática e inteligente se adaptarán a las condiciones del tráfico.
Para ello, conectan cuatro matrices de LEDs de 256 píxeles entre sí –con un tamaño de 125 micras cada pixel (segunda imagen)- y a un chip electrónico, con este arreglo, las luces altas se pueden dejar encendidas permanentemente, reduciéndose de manera automática cuando detectan un vehículo en sentido contrario.
El sistema puede hacer parpadear o desconectar los pixeles según sea necesario al ir siguiendo de manera automática el trazado, es decir, que la luz que se dirige al otro vehículo se mitiga o se anula, mientras que la que se dirige al resto del camino permanece encendida, ajustándose al movimiento; incluso se puede ajustar dependiendo la intensidad de la lluvia. Con este tipo de tecnología se espera ayudar a reducir los accidentes de autos, los cuales son más comunes al atardecer y por la noche.
La conexión entre los más de mil puntos de luz y el chip controlador central se logra mediante una estructura de oro nano-porosa, con el fin de obtener una rejilla lo suficientemente fina, a modo que cada emisor de luz pueda ser controlado de manera independiente. Dicha estructura puede comprimirse y doblarse como si se tratase de una esponja, de modo que puede adaptarse a la topografía de diversos componentes.
Especialistas como Infineon, Osram, Hella y Daimler están colaborando de manera conjunta con el Instituto Fraunhofer para el desarrollo de los faros, aunque de momento no hay una fecha tentativa para que esta tecnología llegue a las calles.