Por José Virgilio Ordaz.
En Jaguar-Land Rover están conscientes que su división todoterreno llega a diferentes países, no todos con una infraestructura carretera todo lo cuidada que se desearía; baches, grietas, coladeras destapadas, obras públicas a medio terminar (si somos optimistas) y un sinfín más de accidentes “orográficos” que podrían maltratar los caros rines de 20 pulgadas de tu camioneta.
Ante estos riesgos latentes, Land Rover está probando un prototipo en una Range Rover Evoque; el sistema recopila la información recolectada por la suspensión adaptativa y la coteja con dos cámaras que van “leyendo” la carretera, lo que permite que la suspensión se ajuste para un rebote menor y evitar daños a las ruedas.
El sistema se conecta con un GPS para informar de la localización del bache a otros conductores (C2C, car to car) y a la autoridades pertinentes (C2X car to infraestructure), creando una base de datos en la nube que puede ser consultada por quien lo desee o necesite.
Land Rover está trabajando con el ayuntamiento de Coventry, dónde se encuentra su matriz y se realizan las pruebas, para que la información recogida sea útil para los equipos de mantenimiento de carreteras. Se calcula que sólo en el Reino Unido, los baches causan daños por 4,300 millones de dólares cada año (66 mil millones de pesos).
Mike Bell, director de conectividad global de JLR, señaló: "Estamos buscando desarrollar sistemas que puedan orientar automáticamente un auto alrededor de los baches sin que deje su carril y represente un peligro para otros conductores. Si el bache fuera un peligro lo suficientemente significativo, los sistemas de seguridad podrían desacelerar o incluso detener el auto para minimizar el impacto. Todo esto podría ayudar a que la conducción autónoma sea en el futuro una realidad segura y disfrutable".
De momento JLR no da fecha de cuándo estará lista esta tecnología, ni si el prototipo de desarrollo visitará otras localidades aparte de Coventry, aunque se nos ocurre más de un lugar dónde el sistema enfrentaría verdaderos retos.