El último Beetle sale de la planta de Puebla, poniendo fin a una era que empezó hace más de 20 años, pero que se remonta a más de 80.
Por Edmundo Cano
El último Volkswagen Beetle salió hoy por la tarde de la línea de producción de la planta de Puebla, un ejemplar ‘Denim Blue’ que se conservará en el museo de la marca en la ciudad poblana. Los dos últimos ejemplares producidos para el mercado norteamericano, pintados en ‘Kings Red’ con tableros y vestiduras especiales, se unirán a la colección de vehículos históricos de Volkswagen of America.
De esta forma termina una época que comenzó en 1997, con la introducción del New Beetle, uno de los primeros autos de producción en adoptar el llamado ‘diseño retro’, emulando al auto que comenzó con lo que es Volkswagen hoy en día: el Beetle original, el Sedán, nuestro querido ‘Vochito’, cuyos primeros ejemplares de producción circularon por las devastadas carreteras alemanas en los años 40, y que con el paso de las décadas se convertiría en uno de los coches más exitosos de todos los tiempos, con más de 21 millones y medio fabricados, más longevos, pues como sabemos todos, el último se produjo en nuestro país en 2003, y también, sin duda, uno de los más queridos e importantes coches en la historia del automóvil.
Sus predecesores, el mencionado New Beetle, y su sucesor, conocido solo como Beetle, no fueron ni de cerca igual de exitosos y relevantes para la empresa ni para el público como el ‘Vocho’ original, pero sí contribuyeron a enlazar la época moderna de Volkswagen con su célebre y querido pasado, y también a darle un coche único y netamente distintivo en todo el mercado, porque sencillamente no había nada que se pareciera a ninguno de los dos.
Tal como pasó con el original, el Beetle solo se producía ya en México. Hoy, el lugar que queda vacante en la línea de producción de la planta de Puebla será utilizado por una SUV compacta enfocada hacia el mercado norteamericano que quedará por debajo de la Tiguan. Sí, otro coche que es reemplazado por una SUV. Pero esta vez, el trasfondo tras de sí hace de esta despedida una particularmente emotiva.