Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Lanzado hace cuatro años, el BMW i3 apenas recibió hace un año su mayor actualización en forma de un paquete de baterías con más capacidad que llevaron la autonomía hasta los 300 kilómetros sin requerir de un extensor de rango, pero ahora tocan cambios al motor y la lámina exterior.
Toda la línea del i3 recibe un ligero lavado de cara, con cambios que se ven principalmente en las fascias más trabajadas con elementos que, a decir de la marca, buscan enfatizar la anchura del auto y con nuevos faros de niebla verticales, además de dos nuevos tonos de pintura: rojo Melbourne metálico y azul imperial metálico.
Además, se agrega la variante i3s, que recibe una nueva suspensión con 40 mm más de ancho, mismos que también se ven reflejados en los rines, así como un revisado motor eléctrico con 184 HP (14 más) y 269 Nm (19 más; o 199 lb-pie, 15 extras), con lo que el monovolumen reduce dos décimas en su tiempo oficial del 0 a 100 km/h para quedar en 6.8 segundos, mientras que la altura reducida en 12.7 mm deberá de ofrecer un manejo más ágil.
Al interior cuenta con acabados opcionales de cuero natural y lana, mientras que recibe la última revisión del sistema de infoentretenimiento iDrive. Contará también con un nuevo cable de carga que podrá conectarse a un tomacorriente de 120 o 240 Volts, con lo que la recarga total de las baterías tomará unas tres horas. Es casi seguro que veremos al revisado BMW i3 en el Salón de Frankfurt, mientras que las ventas no deberían tardar demasiado, quizá antes que termine el año.