Por José Virgilio Ordaz (@Neckriagen).
Fue en 2009 que se lanzó el proyecto MINI e, en el que más de 500 prototipos del subcompacto británico fueron equipados con un sistema propulsor eléctrico de 201 HP y 220 Nm y puestos en arrendamiento a particulares en Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia, Japón y China.
El proyecto terminó en marzo de 2011, con algunas unidades conservadas en museos y 40 ejemplares que se mantuvieron en Gran Bretaña hasta Londres 2012, aunque el resto fueron desmantelados y analizados. Aunque esto no derivó en un eléctrico de producción de MINI, sí sirvió a su matriz para el desarrollo de la división BMW i y eventual lanzamiento del i3.
Ahora, BMW devolverá el favor a su filial británica, que contará con un vehículo eléctrico en su gama en 2019, antecedido por una inminente variante híbrida enchufable de la Countryman. Una vez más, se tomará como base al MINI Hardtop de tres puertas, que recibirá un sistema propulsor eléctrico producido por BMW i en Alemania y que será montado en la carrocería MINI en Oxford, Reino Unido.
No hay datos de rendimiento o precios por ahora, aunque es lógico pensar en algo que en todos los apartados se ubique algunos pasos detrás del BMW i3 (del que también podría recibir un sistema de extensión de rango), con el fin de evitar cualquier tipo de solapamiento en la gama del fabricante bávaro.
En BMW esperan que los vehículos movidos por electricidad representen del 15 al 25% de sus ventas para 2025, con lo que es posible que más modelos de MINI reciban motores eléctricos en el mediano plazo.