Por Manuel Fernández (@Mfer_89) Fotos: Carlos Quevedo
No poca polémica causó que el S3 se impusiera en un pasado Master Test contra el teóricamente superior AMG A 45 (ese va contra el RS3 y el M2, objetivamente hablando) y ante el M135i de BMW, ahora convertido en M140i. Pero los números no mienten y son un argumento que va más allá de nuestras palabras: aún con la potencia rebajada contra el modelo a la venta en Europa, el Audi se imponía o igualaba en cuanto a cifras de aceleración y frenado, mientras su comportamiento dinámico se iba al mismo nivel, solo que ofreciendo una fórmula más equilibrada si no nos ceñíamos al desempeño puro y evaluábamos también temas importantes en la vida real, como la comodidad de marcha o la practicidad.
Para 2017, el S3 recibe las modificaciones respectivas para acercarlo a otros miembros del portafolio Audi, véase los recientes A4 o Q7 e incluso el R8, pues además de la parrilla redimensionada, el conjunto óptico actualizado (formas distintas adelante y distribución replanteada atrás), las defensas distintas, los rines nuevos y la opción de elegir la instrumentación 100% digital Virtual Cockpit, en este S3 también podemos apreciar una paleta de colores inspirada en el deportivo halo de la casa alemana.
En concordancia con otros hermanos de plataforma que también recibieron un cambio de media vida, el S3 estrena una transmisión S-Tronic de siete velocidades en lugar de la robusta unidad de seis que en anteriores derivaciones estuvo presente años atrás. Pareciera que Audi por fin puso a punto las cajas de doble embrague con siete relaciones en su variante para motores transversales, para así soportar mayores dosis de par y conseguir mejores niveles de refinamiento a bajas velocidades, entiéndase un funcionamiento que no se incline a ciertas tosquedades en el tráfico urbano.
Si a la S-Tronic le sumamos una ganancia de 10 caballos del ya muy desarrollado impulsor de dos litros (se siguen anunciando cifras oficiales más desfavorables que en Europa), ante nosotros tenemos un auto más rápido de lo que ya era de por sí. La caja es casi inmediata a nuestras órdenes aun sin activar el modo Sport en el mando “audi drive select”, con retrasos imperceptibles al accionar las levas y un aprovechamiento pleno de una banda de torque todavía amplia y enérgica, sin pérdidas apreciables y con un turbolag que únicamente se manifiesta si abusamos de la sexta y la séptima en ciudad, como cuando el auto va en Drive.
Del resto, basta con tener el tacómetro arriba de 2,000 giros para contar siempre con una respuesta plena, acompañada de un sonido que no es tan emocional por el simple hecho de que hay cuatro cilindros bajo el cofre. Sí, el escape deja salir una tonada ronca y hay ocasionales petardeos entre cambios, pero resulta discreto si tenemos en cuenta las vastas capacidades dinámicas.
En la práctica, todos los tiempos medidos en nuestras evaluaciones salieron más favorables, desde adelantamientos hasta aceleraciones. Que a la altura de la Ciudad de México esté a menos de un segundo de un R8 V10 en el 0 a 100 km/h y en el cuarto de milla, son palabras mayores. Antes estaba en 13.89 segundos en los 400 metros; los caballos de más y la nueva caja, además de un Launch Control que se conserva en 4,000 rpm y un sistema de tracción que no permite patinado alguno de las ruedas así el asfalto no sea el más favorable, hacen que este facelift quede en 13.53.
En todo lo demás, el S3 es el mismo y para bien, con una suspensión casi espectacular por filtrado, pues sin aislarnos del todo de las irregularidades del asfalto dado el corto recorrido del resortado, exhibe un trabajo silencioso y referente para el uso diario. Que sea tan útil en situaciones rutinarias igual no afecta un control de carrocería soberbio con poco balanceo, un casi inexistente cabeceo y un subviraje que solo aparecerá con provocaciones muy optimistas (o insensatas) que tienten las ContiSportContact5 equipadas de fábrica. En el sedán, podríamos decir que los centímetros de distancia entre ejes adicionales le brindan un poco más de aplomo.
¿Qué se podría pedir? Lo típico que también se extraña en casi todos los Audi, como una caja con menos retraso al arrancar y que sea menos engorrosa al estacionar o en maniobras delicadas entre el tránsito, un freno más lineal y claro en su acción al pedal o una dirección de desmultiplicación variable que pese a lo bien ajustada en asistencia, rapidez y precisión, no es la que más retroalimenta a nuestras manos si queremos practicar un manejo más cercano a los altos límites que existen.
De no ser por el Amarillo Vegas de una de nuestras unidades de pruebas, el S3 pasaría casi como cualquier otro A3 (los cuatro escapes son lo más vistoso) y aquellos más o menos ajenos a este mundo no supondrían ni por asomo de lo que es capaz, esa es la clave y esa sigue siendo la gracia de un buen hot hatch y, de todas maneras, un M140i continúa estando ahí para quienes busquen un poco más de nervio, carácter y sensaciones a costa de un poco de eficacia.
Unidad probada
S3 699,900 pesos (a fecha de la prueba)
S3 Sedán 734,900 pesos (a fecha de la prueba)
NOS GUSTA
– Aceleración brutal
– Calidad de marcha
– Equipamiento actualizado
NOS GUSTARÍA
– Cargador de celulares por inducción
– Asientos eléctricos
– Freno y dirección más comunicativos
Resumen técnico
MOTOR
Tipo/cilindrada: L4, 2.0 l, turbo
Potencia máxima: 290 HP a 5,400 rpm
Par máximo: 380 Nm a 1,850 rpm
TRANSMISIÓN
Caja: Manual robotizada, siete velocidades
Tracción: Integral permanente
DIMENSIONES
Largo x ancho x alto: 425 x 177 x 140/446 x 179 x 139 cm
Distancia entre ejes: 259/263 cm
Cajuela: 325/390 litros
Peso vacío: 1,430/1,470 kg
PRUEBAS AUTOMÓVIL (a 2,240 msnm)
0 a 400 metros: 13.53 s
Rebase 80 a 120 km/h: 3.73 s
Frenado de 100 a 0 km/h: 38.62 m
Consumo medio: 11.98 km/l