Por Gilberto Samperio (@gilsamperio) Fotos: Carlos Quevedo
Construida sobre la misma plataforma de sus hermanos sedán (D20, ergo Smart ForFour/Mitsubishi Colt), la nueva miniSUV crece a lo alto y recorta un poco su largo para lograr ese aspecto elevado que evoca a las siempre deseadas camionetas familiares. Claro que en este caso las dimensiones tienden hacia el segmento subcompacto, por lo cual existe un tamaño pequeño definido por una carrocería relativamente más agresiva.
Su frontal denota fortaleza vía una parrilla prominente bien acompañada de faros actuales, premisa de una imagen SUV tan demandada estos días. Su costado observa la cintura creciente que remata en una trasera atractiva pero convencional. La cajuela resulta acotada por las dimensiones generales y una boca alta, que no facilita la carga de objetos pesados. Siendo honestos, tampoco hay tanto espacio allí, consecuencia de la plataforma subcompacta.
En cuanto a la cabina, adelante existe buen espacio mientras la segunda fila acomoda bien a dos adultos; un tercero ya complica la habitabilidad. Sin embargo, existe suficiente espacio para la cabeza y las piernas. Sus respaldos abatibles confirman el talante versátil del paquete subcompacto.
Si hablamos de calidades, hay dos impresiones: a simple vista, luce muy bien, con laqueados en zonas de mayor contacto y detalles cromados que gustan. Sin embargo, los textiles con aspecto de piel que visten a los sillones no lucen tan costosos como su colorida presencia pudiera remitir. Además, los asientos en general no ofrecen un soporte amable para viajes largos, por lo cual el cansancio puede ocurrir antes de lo deseado. Eso sí, no hay ruidos que delaten un ensamble barato, todo muy bien y en su lugar. Pero algunos embellecedores como el símil de fibra de carbono en el tablero o los cromados de manijas y palancas no parecen tan duraderos como en otros coches. Habrá que darle oportunidad a la firma.
La cúpula es convencional –temperatura agua, tacómetro, velocímetro, depósito combustible-, mientras las tomas de aire remiten a las de ejemplares compactos Mercedes-Benz de hace poco tiempo, con esa posibilidad de bloqueo mediante el cuarto de giro de su corona. Todo funciona correctamente, y acompaña una pantalla táctil que nos deja administrar el sistema de infotenimiento del vehículo mediante un software más reciente.
También repite el tren motor ya analizado en el primer análisis de los BAIC D20: un cuatro cilindros de 1.5 litros de la casa Mitsubishi, de escasos 116 HP y un par-motor de 148 Nm (109 libras-pie), cuya energía viene dosificada por una transmisión manual de cinco escalones. Una motorización básica algo desfasada frente a lo presumido por las crossovers más vanguardistas del mercado nacional. Se nota la veteranía cuando rodamos en vías rápidas o exigentes.
Pese su docilidad de inserción de engranajes y buena reacción a nuestras pisadas derechas, no hay empuje para lograr un dinamismo siquiera atractivo o ágil. Ayuda en descargo una dirección de buena retroalimentación, así como una suspensión que tiende a firme en su amortiguación. Tanto en zonas maltratadas como de buen pavimento, la X25 rueda consistente, lo suficientemente aislada para que no se canse nuestra espalda y todavía tengamos una buena sensación de lo que ocurre debajo de las ruedas.
Donde sufre es en el apartado de frenos. La detención de emergencia a 140 km/h nos muestra una camioneta que pierde levemente su línea y una distancia superior a los 100 metros nos confirma un equipo veterano en el apartado ABS. Afecta en buena medida un largo recorrido del pedal central, por lo cual tampoco tenemos buena idea del mordiente.
A descargo, el kilometraje que observa es razonable, sobre todo en carretera donde supera los 15 km/l mientras seamos consecuentes con la aceleración.
Por un precio de acceso sobre los 240 mil pesos, esta miniSUV puede lucir como una buena oferta dado el furor del mercado. Sin embargo, el desempeño dinámico y un claro desfase en sus elementos vitales como el motor, confirmarían su pretensión de penetración comercial antes que el plan de dominancia. Su cliente tipo u objetivo debe ser el que aspira a una miniSUV después de poseer un subcompacto económico como el Nissan Tsuru, el Chevrolet Chevy o el Fiesta Ikon. Para estos automovilistas la X25 es un salto de calidades y confiabilidades que no es bueno despreciar.
Unidad probada
239.900 pesos (a fecha de la prueba)
NOS GUSTA
– Aspecto sólido
– Cabina bien resuelta
– Nivel de equipamiento
NOS GUSTARÍA
– Motor más potente
– Mejores materiales
– Más cajuela
Resumen técnico
MOTOR
Tipo/cilindrada: L4, 1.5 l
Potencia máxima: 116 HP a 6,000 rpm
Par máximo: 148 Nm a 4,000 rpm
TRANSMISIÓN
Caja: Manual, cinco velocidades
Tracción: Delantera
DIMENSIONES
Largo x ancho x alto: 411 x 175 x 158 cm
Distancia entre ejes: 252 cm
Tanque de combustible: 45 litros
Peso vacío: 1,150 kg
PRUEBAS AUTOMÓVIL (a 2,240 msnm)
0 a 400 metros: 19.85 s
Rebase 80 a 120 km/h: 21.03 s
Frenado de 100 a 0 km/h: 44.0 m
Consumo medio: 14.2 km/l