Su V8 con turbocargadores de doble etapa por bancada, resopla tan pronto cobra vida. Basta exceder un tercio de la carrera del acelerador para que el poderoso torque nos lance pronto a velocidades de tres dígitos.
El comportamiento a nuestras órdenes acusa violencia conforme subimos el nivel de posibilidades dinámicas, definido en tres niveles. El calibrado de la suspensión es firme en cualquier elección y la dirección, precisa. Su actitud en las curvas repercute en un fino subviraje cuando exigimos la mayor velocidad de paso.
Su mejor escenario no son las vías montañosas, pese las alegrías por el empuje de su 4.4 litros, sino las autopistas, donde alcanza ritmos de 200 km/h o más sin problemas. Los frenos, casi perfectos. No hay fatiga, aunque con semejante masa no se recomienda incursionar en zonas de mucha exigencia al sistema de detención.
Por una cifra superior a los 2.3 millones de pesos, se tiene mucho de dos mundos: comodidad, lujo y equipamiento de un sedán Gran Turismo con el desempeño dinámico de un casi superauto. Un coche que justifica el alto precio cumpliendo su propósito de movilidad.
NOS GUSTA
Aspecto imponente
Tren motor
Calidad de marcha
NOS GUSTARíA
Motor menos sediento
Precio más razonable
Una quinta plaza
Resumen técnico
MOTOR
Tipo/cilindrada: V8, 4.4 l, turbo (2)
Potencia máxima: 575 hp a 7,000 rpm
Par máximo: 680 Nm a 1,600 rpm
TRANSMISIÓN
Caja: Manual robotizada, siete velocidades
Tracción: Trasera
DIMENSIONES
Largo x ancho x alto: 501 x 189 x 136 cm
Distancia entre ejes: 296 cm
Cajuela: 450 litros
Tanque de combustible: 80 litros
Peso vacío: 1,950 kg
PRUEBAS AUTOMÓVIL (a 2,240 msnm)
0 a 400 metros: 13.66 s
Rebase 80 a 120 km/h: 2.44 s
Frenado de 100 a 0 km/h: 39.8 m