En vista del éxito de su división M, la firma bávara extiende el músculo hacia su SUV familiar de tamaño compacto. ¿Resultado? Un monstruo llamado BMW X3 M Competition.
Por Edmundo Cano Texto: Gilberto Samperio Fotos: Carlos Quevedo
A casi dos años de que la versión natural de la SUV X3 anduviera en los escaparates de la casa bávara, llega una versión potenciada para ser declarada una M al completo.
No es que sea una novedad del todo –en la gama X5/X6 ya existían versiones M– pero cuando se aplica toda la ingeniería del autoconstructor de Munich en un base contemplada para un uso tan mundano como el de un vehículo familiar, realmente llama la atención de expertos y ajenos.
Claras intenciones
Para empezar, esta camioneta recibe un tratamiento no sólo estético sino funcional. La enorme fascia en tono oscuro refrigera todos los intercambiadores de calor dispuestos al frente, para que el seis en línea turbocargado consiga erogar poco más de 500 HP y 600 Nm. Y todo sin alterar las amenidades de la cabina. Pero vayamos por partes.
Tan bella carrocería viene sustentada por enormes rodillos de hule, montados en rines de 21 pulgadas, que fungen como ruedas motrices, y son calzados por el prestigioso especialista Michelin, y su serie Pilot Sport. El cierre queda en una trasera discreta, de la cual destacan las cuatro puntas de escape separadas en par por debajo y un singular alerón en el borde superior del portón. Como remate, un sencillo anagrama determina esta magnífica versión: X3 M Competition.
Interior a la altura
Mientras, el interior declara sus principios de máximo ejemplar premium. Una cabina pletórica de excelentes materiales nobles y artificiales de primera calidad; nos referimos a las vestiduras y tapizados de piel auténtica, combinadas con insertos de alcántara, así como las aplicaciones en fibra de carbono y aluminio sin olvidarse de piezas decorativas en terminación laca piano que le otorgan un ambiente sobrio, elegante y muy cálido. Excelente.
Destacan los asientos delanteros no sólo por su terminación bicolor, sino por el excelente soporte lumbar y espaldar que otorgan a pesar de que no son tipo cubeta al cien por ciento. La segunda fila y la cajuela conservan su habitabilidad práctica, por lo cual pueden acomodar a tres pasajeros adultos y una carga que no supere los 500 litros. Muy bien.
En cuanto al tablero, la táctil predominante dispone de lo más reciente en términos de su interfaz digital, mucho más pulida que las versiones recientes. En la parte inferior de la consola frontal figuran los conocidos instrumentos del HVAC y del radio en el clásico acomodo horizontal de la casa.
Si miramos debajo de la cúpula, tenemos una gran pantalla que es demarcada por sendas coronas que dan pie al velocímetro y al tacómetro, así como a los obligados indicadores de temperatura y nivel de combustible. Todo digital, nada analógico.
En cuanto a la zona del selector de velocidades –cuyo recorrido quebrado obliga a mirarlo con atención las primeras veces-, hallamos una botonería que simplifica la elección de los tres modos –Efficient, Sport y Sport Plus-, que alteran motor, suspensión y dirección por separado; para la caja existe un par de botones más sencillos en el pomo de la palanca que determinan los tres niveles de ajuste dinámico.
High-tech
Sin embargo, lo verdaderamente atractivo en términos de personalización dinámica figura en el completo sistema de infotenimiento. En el apartado M podemos ajustar el control de estabilidad DSC –conexión/desconexión, modo deportivo-, el sistema de tracción integral –Normal y deportivo-, motor, suspensión, dirección, caja y hasta un visionado deportivo que incluye tacómetro y engranaje de la caja en el HUD.
La gran ventaja radica en que esta selección queda en memoria (M1 y M2) y basta pulsar uno de los dos botones rojos ubicados en el volante para que en un par de gestos tengamos a la M como deseamos, lista para correr con los ajustes a nuestro gusto. Eso sí, lo ideal es que ya se tenga experiencia al volante para apreciar las significativas diferencias entre tantas opciones y lograr el mejor combinado para gozar de la conducción velocista o al límite.
A fondo
En este rubro, la X3 M nos reporta una actitud muy neutral, casi equilibrada en la mayoría de las vías rápidas, siempre que no existan muchas variaciones porque la marcha califica de dura y puede ser áspera. No obstante, gira casi plana y la dirección nos retroalimenta sin falencias, muy intuitiva y precisa. Ventajas de una electrónica vigilante muy pulida, casi perfecta. Sólo en caso de curvas muy cerradas aflora un balanceo fino, producto tanto de la mayor altura de su carrocería como de la masa extra en el techo debido a los enormes cristales que vislumbran los asientos. Una por otra.
Por cierto, el ESC nos alerta con sus parpadeos cuando el sistema percibe que las gomas deslizan más de lo estimado. Afortunadamente, los frenos nos ayudan a mantener las cosas bajo control, gracias a su concepción de altos vuelos –discos flotantes, ventilados y perforados-, observan una resistencia a la fatiga digna del apellido Motorsport.
Finalmente, la respuesta del tres litros es fantástica, con una abundante entrega de energía que despega en las 3,000 vueltas y no pierde brío aunque se llegue al corte de inyección -7,200 rpm en modo manual-. Basta exceder un tercio del acelerador para que la caja reaccione y realice el cambio necesario de manera muy proactiva, ideal para el manejo veloz, de tintes deportivos. A ello se puede sumar el sonoro canto del escape, para el cual existe un botón que lo abre y vuelve la experiencia sensorial más completa y satisfactoria.
Conclusión
Por una cifra que ronda los 1.8 millones de pesos, se accede una SUV que cumple sobradamente las necesidades familiares de movilidad inmediata así como los requerimientos de conducción deportiva de un amante de la velocidad. No es barata pero las calidades, terminados, equipamiento y desempeño dinámico combinados con una habitabilidad decente y un tamaño cómodo para sus usuarios, sí resulta un acierto su compra, sin importar si después será la camioneta de mamá o el capricho de papá.
Datos Oficiales
PRECIO
$ 1,799,900 pesos.
MOTOR
Situación: | Delantero longitudinal |
No. de cilindros: | Seis en línea |
Bloque/cabeza: | Aluminio/aluminio |
Distribución: | DOHC, 24 válvs., VVT |
Alimentación: | Inyección directa con dos turbocargadores |
Cilindrada: | 2,993 cc / 3.0 l |
Diámetro x carrera: | 84.0 x 90.0 mm |
Compresión: | 9.3:1 |
Combustible: | Gasolina, 92 oct |
Potencia máx. | 510 HP a 6,250 rpm |
Par máximo | 600 Nm (114 lb-pie) entre 2,600 y 5,950 rpm |
TRANSMISIÓN
Caja: | Automática, 8 velocidades |
Tracción. | Integral permanente |
Embrague: | Convertidor de par |
BASTIDOR
Suspensión delantera: | MacPherson |
Suspensión trasera: | Multibrazo, 4 elem. |
Elemento elástico: | Resortes helicoidales |
Estabilizadora del / tras. | Sí/Sí |
Frenos delanteros: | Discos vents./barrenados |
Frenos traseros: | Discos vents./barrenados |
Dirección: | Eléctrica |
Giros del volante: | 2.1 |
Diámetro de giro: | 12.6 m |
RENDIMIENTOS
Velocidad máxima: | 250 km/h |
Aceleración 0-100 km/h | 4.1 s |
Consumo medio: | 9.4 km/l |
Emisiones de CO2: | 244 gr/km |
CARRROCERIA
Peso/báscula: | 1,970 / 2,020 kg |
Largo/Ancho/Alto: | 472/189/167 cm |
Dist. entre ejes/vías: | 286 /161-160 cm |
Cajuela: | 550 litros |
Nuestras mediciones
Potencia: | 495.3 hp a 6,550 rpm |
Par: | 605 Nm (446 lb-pie) a 3,750 rpm |
Relación peso/potencia: | 4.07 kg/hp |
Potencia específica: | 165.1 hp/l |
0-100 km/h | 5.59 s |
100-0 km/h: | 35.5 m |
Consumo medio: | 7.7 km/l |
Costo de neumáticos: | $25,510 pesos |
Gasto anual de combustible: | $54,545 pesos |
Servicios 60 mil km | Sin costo |