Por Manuel Fernández (@Mfer_89) Fotos: Carlos Quevedo
En México, ver un Alfa Romeo Giulietta puede que sea más complicado que cruzarse con excentricidades como un Mercedes Clase G o un Ferrari 458… sí, estamos exagerando, pero si hay un hatchback compacto exclusivo en el país, es este italiano y eso se debe, cómo no, a un precio alto si lo analizamos en términos objetivos, lo que no deja de ocurrir en esta actualización que implementa unos leves cambios de apariencia como los ribetes rojos en sus defensas, logos nuevos, la parrilla y los rines, además de sustituir la poética denominación Quadrifoglio Verde por otra un tanto más presuntuosa: Veloce.
El SEAT, por su parte, celebra los 20 años del nombre CUPRA (Cup Racing) y presenta una no tan elegante, aunque definitivamente llamativa, mezcla de tonalidades negras y blancas.
Al final, lo que une a este par son, hasta cierto punto, sus similitudes técnicas: motor turbo arriba de 230 caballos, caja de doble embrague y una puesta a punto de dirección, suspensión y frenos planteada para quienes realmente disfrutan de la conducción. El alemán convertido a español apela al poder con 265 caballos que, de milagro, no son más. El italiano se conforma con 237 de un tren motor compartido con el aún más lindo 4C. La aceleración, si bien importante, claramente no será el punto principal de este análisis.
El día no pudo ser mejor: sol a plenitud, un frío en el límite de lo tolerante debido a que apenas había amanecido y una carretera en los alrededores de Valle de Bravo (Estado de México) que, para quienes frecuenten esos rumbos, sabrán que ofrece desde autopistas rápidas hasta curvas de rango medio cruzando las montañas, todo para cerrar con tramos más sinuosos y exigentes.
Este servidor empezó con el Giulietta por pura intriga y gusto: el auto es precioso y atrae, grita “¡manéjame!” tan solo verlo, con apenas empuñar la llave parcialmente roja que integra el emblema triangular del biscione. También porque nunca había manejado uno de estos con la caja TCT, aunque sí un par de manuales espaciados por unos cuantos años (primero un 1.4 MultiAir, después un 1.75 TBi). El Cupra vino después… al final es un coche con el que nos hemos familiarizado de sobra en la redacción (este es el tercero o cuarto que nos llega en esta generación).
De entrada, está claro que Alfa Romeo quiere justificar en algún lugar los casi 550 mil pesos que cobra por cada unidad de este Giulietta: la vistosa piel perforada y con lindos patrones al centro de los cojines es la que se encarga de dar un ambiente de lujo, pues así haya un símil mullido de fibra de carbono y un plástico rugoso de interesante textura, flaquea en calidad global contra un SEAT con mejor ajuste entre piezas, ausencia de rebabas o mejor tacto de mandos como palancas o botones.
Uno entra por los ojos y el otro convence en el diario, pues el español de raíces teutonas también muestra un concepto ergonómico más moderno con una postura de manejo mejor conseguida, al contar con pedales más profundos, poder ir más bajo, gozar de un reposabrazos central más útil y apoyo lumbar. Si acaso, los asientos del Alfa abrazan más el torso.
Si nos vamos a temas prácticos, el Giulietta no renuncia a la vieja costumbre de las cabinas de la marca al enfocarse hacia un conductor purista y darle mínima relevancia a los portaobjetos, cuando el León, al derivar de un coche mucho más racional, es todo lo contrario y brilla por su practicidad de uso.
Las similitudes técnicas no implican, por fortuna, que se parezcan en su manejo. Cada uno tiene su forma de hacer las cosas y en cómo se sienten reflejan, además, el tipo de conducción tan característico de grupos como FCA o Volkswagen AG.
Sí, por su ventaja en números, el Cupra literalmente destruye al Alfa en aceleraciones y recuperaciones. Y no es que este último sea lento, solo que el SEAT tiene además una caja más rápida, más sutil entre saltos y con retrasos menos evidentes al operarla manual, lo que se junta a un rango de respuesta a lo largo del tacómetro más homogéneo; mientras el español es capaz de enllantarse sin tener que provocarlo demasiado, en su contraparte hallamos un 1.8 l saludable a medio régimen pero con un turbolag más marcado y no tanta capacidad de mantener su carga en altas.
Ambos tienden a sonar ronco al activar sus modalidades deportivas (CUPRA y Dynamic) y con una resonancia artificial más obvia en el Giulietta, cuyos petardeos entre cambios son menos perceptibles que los del León... o eso al menos desde la cabina, debido a que desde afuera se aprecia mejor el canto del TBi del Giulietta.
La dirección podría ser más firme en ambos y, paradójicamente, es el menos poderoso Alfa el que tiende a transmitir más la fuerza de las ruedas directamente al volante, con los consecuentes jaloneos (torque steer). El SEAT, con un sistema de desmultiplicación variable, es más lineal, fácil y fluido cuando se requiere de más precisión en un trazo.
Compensa que el AR goza de un pedal de freno más directo, en relación a la usual falta de linealidad en los coches del Grupo Volkswagen. Eso sí, el mordiente bajo exigencia es más contundente en el SEAT y así lo dejan saber las distancias en paradas de pánico.
Por último, ninguno es especialmente cómodo por sus ruedas de bajísimo perfil y una amortiguación hacia el lado de lo rígido, que no seco. El Cupra tiene un recorrido más corto aunque tiende a filtrar mejor esos pequeños brincos de la calzada y en los dos el control de carrocería es soberbio y confiable, nada de torpezas o inercias traicioneras y, ya exigiéndolos mientras se sale de un giro acelerando, el diferencial del León ayudará a que la trompa retrase más el subviraje pese a que lleva un eje delantero rebasado en teoría por su brutal dos litros. El Giulietta depende más de sus llantas y no de la magia de sistemas electromecánicos y no defrauda al dejarse apoyar a muy altas velocidades sin que aparezcan quejidos del caucho.
Alfa Romeo Giulietta Veloce
Unidad probada
548,900 pesos (a fecha de la publicación)
NOS GUSTA
– Figura atemporal
– Tacto de frenos
– La piel de los asientos
NOS GUSTARÍA
– Infotenimiento e instrumentos más modernos
– Caja más refinada
– Acabados más parejos
SEAT León CUPRA
Unidad probada
439,600 pesos (a fecha de la publicación)
NOS GUSTA
– Desempeño contundente
– Marcha equilibrada
– Relación costo/aceleración
NOS GUSTARÍA
– Más diferenciación externa
– Frenos más lineales
– Que llegue la nueva versión de 300 caballos
Resumen técnico
|
Alfa Romeo Giulietta Veloce |
SEAT León CUPRA |
MOTOR |
|
|
Tipo/cilindrada: |
L4, 1.7 l, turbo |
L4, 2.0 l, turbo |
Potencia máxima: |
237 HP a 5,750 rpm |
265 HP a 5,350 rpm |
Par máximo: |
340 Nm a 2,000 rpm |
350 Nm a 1,750 rpm |
TRANSMISIÓN |
|
|
Caja: |
Manual robotizada |
Manual robotizada |
|
seis velocidades |
seis velocidades |
Tracción: |
Delantera |
Delantera |
DIMENSIONES |
|
|
Largo x ancho x alto: |
435 x 179 x 146 cm |
423 x 181 x 142 cm |
Distancia entre ejes: |
263 cm |
259 cm |
Cajuela: |
350 litros |
380 litros |
Peso vacío: |
1,320 kg |
1,360 kg |
PRUEBAS AUTOMÓVIL(a 2,240 msnm) |
|
|
0 a 400 metros: |
15.47 s |
14.53 s |
Rebase 80 a 120 km/h |
4.59 s |
3.50 s |
Frenado de 100 a 0 km/h: |
41.4 m |
38.9 m |
Consumo medio: |
10.87 km/l |
11.6 km/l |