Por Manuel Fernández Fotos: Carlos Quevedo / Editado para Automóvil Online
Las características que reúnen este par de sedanes son las idóneas para acaparar las necesidades de movilidad de un grueso del público comprador mexicano: un costo accesible, bajo consumo de combustible, buen espacio interior y los básicos de equipamiento que cualquiera esperaría en un coche nuevo, con los adicionales de seguridad (caso de las unidades probadas) que los consumidores aún no piden, pero nosotros sí recomendamos como prioridad absoluta.
Economías
Las dos cabinas exhiben una prioridad hacia el mejor espacio posible con las dimensiones que hay.
La banca posterior es excelente en los dos. Sobra espacio a lo largo (aún más en el Dodge), lo que compensa que la altura libre no es la más holgada en ningún caso. Si nos vamos hacia la cajuela, la mayor longitud del Mitsubishi también se hace notar con unos cuantos litros de más.
Adelante, la postura de mando es superior en el i10 pese a que no regula el volante en profundidad, tal como en su rival. Esto porque la forma de sentarse es más ergonómica entre unos brazos que no tienen que ir tan estirados, unos cojines más anatómicos o unos espejos de gran tamaño (los del Dodge tampoco están nada mal) complementados por una disposición general en el tablero más fácil de entender y de mayor modernidad no solo por aspecto sino por operación. El de Corea se muestra más fresco.
Donde coinciden es en la solidez general de sus acabados, con materiales obviamente rígidos, pero con texturas, tratamientos y un grosor acorde para que no luzcan frágiles o baratos. Otros elementos como tapetes o uniones también están en un nivel correcto para lo que se paga y no anticipan una durabilidad cuestionable. Al tacto, el Grand i10 tiene alguna rugosidad adicional en sus plásticos, que contribuyen a una sensación de calidad más conseguida de la mano con el tapizado.
Para cumplir
El Dodge/Mitsubishi es un tanto más espartano en su conducción virtud de un embrague alto o una caja de largos recorridos entre cambios que no invitan a un manejo rápido. La dirección, como es típico en productos de la casa japonesa (no insistan, no es un Dodge), tiende a lenta en su acción y responde con una asistencia blanda pero no delicada en carretera o autopista, de buen equilibrio. Mientras, quedan unos frenos cuyo pedal es de larga carrera o una marcha típicamente saltona para algo tan liviano y que solo desconcierta por sus sacudidas si el asfalto sorprende con algún desnivel muy marcado.
Siguiendo con el Attitude, el carácter del 1.2 l es otro con la transmisión manual. En el caso de quien escribe estos renglones, queda en el olvido la CVT pues sin ésta, casi parece otro coche al contar con un mayor y necesario control sobre el modesto impulsor tricilíndrico.
Al otro lado de la balanza, el coreano engaña por ser brutalmente suave y refinado. En términos de NVH (ruidos, vibraciones y asperezas) arrasa con un andar más parejo por una suspensión que se siente mejor conseguida en su trabajo de amortiguación a pesar de la menor distancia entre ejes (ayuda el mayor perfil de llanta) y unos controles que actúan al mínimo esfuerzo: el volante gira con un dedo (obliga poner más atención en caminos rápidos), falta de dramatismo que se repite en la rica y fácil caja manual, disfrutable por un clutch opuesto al del Attitude al no requerir que levantemos tanto el pie. Además, frena con más sensibilidad e inmediatez. En el Hyundai es más fácil acostumbrarse a todo.
Por último, el 1.2 l del Grand i10 es ágil en ciudad, pero no se amilana en autopista. Es lo suficientemente elástico para no siempre andar pendientes de reducir una o dos marchas y no es proclive a vibrar en muy bajos regímenes, sin ser tampoco escandaloso al llevarlo a su límite, ese en donde sale a relucir el desempeño adicional contra la máquina de su contrincante.
Sensatos
En un peleadísimo nicho de tricuerpos hechos para la familia, las novedades aquí presentes se ubican más como opciones urbanas dado el inferior aunque no insuficiente poder de sus plantas motrices: en muchas situaciones los 1.6 de más de un competidor establecido podrían sacar ventaja en incorporaciones y rebases. En lo demás, se ponen a la altura o superan alternativas en su franja de precios en apartados que abarcan el espacio interior, el nivel y equipamiento de seguridad activa y pasiva o la calidad general de armado.
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Puntaje Max. |
Dodge Attitude |
Hyundai Grand i10 |
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Calidades |
-10 |
7 |
8 |
Carrocería |
-10 |
8 |
9 |
Confort |
-10 |
9 |
9 |
Costos |
-10 |
9 |
9 |
Desempeño |
-10 |
6 |
8 |
equipamiento |
-10 |
4 |
4 |
Habitabilidad |
-10 |
9 |
8 |
Infotenimiento |
-10 |
5 |
5 |
Seguridad |
-10 |
4 |
4 |
Tren Motor |
-10 |
7 |
9 |
SUMA |
-100 |
68 |
73 |
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Relación valor/precio |
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Precio unidad probada |
188,900 pesos |
172,900 pesos |
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Precio por punto |
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2,777 pesos |
2,368 pesos |
Resumen técnico:
Dodge Attitude | Hyundai Grand i10 Sedán | |
MOTOR | ||
Tipo/cilindrada: | L3, 1.2 l | L4, 1.2 l |
Potencia máxima: | 76 hp a 6,000 rpm | 88 hp a 6,000 rpm |
Par máximo: | 100 Nm a 4,000 rpm | 119 Nm a 4,000 rpm |
TRANSMISIÓN | ||
Caja: | Manual, | Manual, |
cinco velocidades | cinco velocidades | |
Tracción: | Delantera | Delantera |
DIMENSIONES | ||
Largo x ancho x alto: | 424 x 167 x 151 cm | 399 x 166 x 150 cm |
Distancia entre ejes: | 255 cm | 242 cm |
Cajuela: | 450 litros | 407 litros |
Tanque de combustible: | 42 litros | 43 litros |
Peso vacío: | 875 kg | 974 kg |
PRUEBAS AUTOMÓVIL (a 2,240 msnm) | ||
0 a 400 metros: | 20.17 s | 14.13 s |
Rebase 80 a 120 km/h: | 17.90 s | 17.44 s |
Frenado de 100 a 0 km/h: | 42.1 m | 42.0 m |
Consumo medio: | 17.92 km/l | 15.21 km/l |