Así como un motor pequeño no siempre es garantía de ahorro, uno grande no necesariamente implica renunciar a un consumo razonable. Mucho está en cómo se acopla al funcionamiento integral de un vehículo, consideradas todas sus características.
Por José Luis Alarcón Vela Texto: Héctor Torres Fotos: Carlos Quevedo
Grande puede ser una palabra desmedida para un cuatro cilindros que desplaza 2,359 centímetros cúbicos pero, como todo en su contexto correcto, resulta oportuna cuando se está haciendo referencia al segmento de los SUVs compactos, donde los más modernos ya recurren a plantas de 1.4 y 1.5 litros. Ello, claro está, con la excepción de contados especímenes que, a contracorriente, aún se animan a ofrecer seis pistones bajo el cofre.
Todavía más si se le compara contra el 2.0 al que estará reemplazando en las versiones altas de la gama y que fuera responsable de no conseguirle una evaluación redonda al Tucson cuando lo probamos, justamente por quedarse corto en términos de desempeño. La coreana no lo echó en saco roto y aprovechando la actualización de media vida del producto, emula la fórmula de Kia con su Sportage que también se oferta con dos propulsores.
Poco es mucho
Fijarse en los faros, rines o la forma de las calaveras bastará para identificar este facelift aunque los cambios –menos evidentes– estén también en parrilla y defensas, sobre todo la trasera que luce algo más estilizada. Decir lo mismo de una cabina que más allá de su adecuado nivel de equipamiento se muestra simple todavía, es consecuencia de un tablero dispuesto en dos niveles, tomado directamente del último Santa Fe. El rasgo más atrevido de un diseño aún conciso lo pone la ahora prominente pantalla central que tampoco sobresale al grado de obstaculizar la visibilidad.
Poco se arriesga en una cabina en que todos los mandos se encuentran donde se espera que estén, pero queda bienvenido ese toque de frescura que no altera la ergonomía ni la calidad de su buen ensamble. Si acaso, el recubrimiento de algunas superficies levanta la percepción del terminado que, de nuevo, no era reprochable.
Pero vayamos a los números con que se aprecian las diferencias sustanciales. Veintiséis caballos y 32 lb-pie de torque más no suenan a mucho, pero transforman su comportamiento lo suficiente. De entrada, la ponen a media tabla del segmento con un cero a 100 km/h que mata casi dos segundos al cronómetro (antes 14.71) y ya no figura entre las peores aceleraciones, sino en el promedio.
Esa ganancia igual se traduce en rebases que se hacen con mayor seguridad. Hasta poco más de tres enteros se ahorran en un 20-120 km/h (17.17 vs. 20.29 s), uno y medio en el 50-120 km/h (14.20 vs. 15.72 s), y no menos que uno en el común 80-120 km/h (9.74 vs. 10.77 s). Es cierto, tampoco significa que el Tucson ya sea precisamente rápido, pero sí que sus prestaciones ahora cumplen con lo que se espera de un crossover en esta categoría.
Hacía falta este aumento, sí, mas si decimos que así debió especificarlo Hyundai desde un comienzo es porque no implicaba prácticamente ningún sacrificio: en comparación con el 2.0, los consumos son virtualmente los mismos. La mayor discrepancia quedó en los logrados en ciudad donde anteriormente marcamos 9.4 km/l y esta vez 8.9, pues incluso el de autopista mejoró, pasando del 14.1 previo al actual 15.1. Al final, el medio nos dio 10.78, valor que varió lo mínimo frente al 10.81 de antes.
De su manejo, en tanto, se mantiene esa marcha confortable gracias a una suspensión que atenúa bien los impactos de las ruedas sin que se aprecie del todo blanda, y a un nivel de insonorización correcto en la cabina. La conducción no califica de deportiva, pero es ágil en curvas por esa dirección que gira sin mucho esfuerzo y, aunque no es tan inmediata, no pasma ante maniobras bruscas.
No se deshizo, por otro lado, de esas largas relaciones de la caja que obligan a hundir el acelerador con frecuencia para recobrar empuje, ni del tacto poco modulable del pedal de freno así promedie buenas distancias al detenerse, meticulosidades que pasarán a segundo término para el que busque un SUV muy normal, sin mayores pretensiones. Es, en resumen, todavía esa opción cauta que se sopesa ya sin compromisos por la certera incorporación de este fortificado bloque.
Datos Oficiales
Precio
De $402,500 a $519,500 pesos
MOTOR
Situación: | Delantero transversal |
No. de cilindros: | Cuatro en línea |
Bloque/cabeza: | Aluminio/aluminio |
Distribución: | DOHC, 16 válvs., VVT |
Alimentación: | Inyección directa |
Cilindrada: | 2,359 cc / 2.4 l |
Diámetro x carrera: | 88.0 x 97.0 mm |
Compresión: | 11.3:1 |
Combustible: | Gasolina, 92 oct. |
Potencia máx. | 181 hp a 6,000 rpm |
Par máximo | 237 Nm (175 lb-pie) a 4,000 rpm |
TRANSMISIÓN
Caja: | Automática, 6 vel. |
Tracción. | Delantera |
Embrague: | Convertidor de par |
Relación diferencial: | 3.19:1 |
BASTIDOR
Suspensión delantera: | MacPherson |
Suspensión trasera: | Multibrazo, 3 elem. |
Elemento elástico: | Resortes helicoidales |
Estabilizadora del / tras. | Sí/sí |
Frenos delanteros: | Discos ventilados, 305 mm |
Frenos traseros: | Discos ventilados, 302 mm |
Asistencias: | ABS, ESP, TCS |
Dirección: | Eléctrica |
Giros del volante: | 2.75 |
Diámetro de giro: | 10.6 m |
Neumáticos: | 245/45 R19 98H |
RENDIMIENTOS
Velocidad máxima: | N.D |
Aceleración 0-100 km/h | N.D |
Consumo medio: | 14.1 km/l |
Emisiones de CO2: | 228 gr/km |
CARRROCERIA
Peso/báscula: | 1,540/1,610 kg |
Largo/Ancho/Alto: | 448x185x164 cm |
Dist. entre ejes/vías: | 267/160-161 cm |
Cajuela: | 480 l |
NUESTRAS MEDICIONES
ACELERACION/REBASES
Acel. 0-100 km/h: | 12.85 s |
Acel. 0-400 m: | 18.87 s |
Acel. 0-1,000 m: | 34.11 s |
20-120 km/h: | 17.17 s |
50-120 km/h: | 14.20 s |
80-120 km/h: | 9.74 s |
Velocidad máxima: | 190.3 km/h |
FRENADAS
140-0 km/h: | 80.3 m |
120-0 km/h: | 53.8 m |
100-0 km/h: | 39.9 m |
CONSUMOS
Ciudad km/l: | 8.9 |
Carretera km/l: | 15.1 |
Media (70, 30%) km/l: | 10.7 |
DINAMOMETRO
Potencia: | 177.2 HP a 6,090 rpm |
Par: | 232 Nm (171 lb-pie) a 3,820 rpm |
Relación peso/potencia: | 9.08 kg/HP |