Por Manuel Fernández (@Manuel_tcf) Fotos: Carlos Quevedo
El planteamiento de la CX-9 es muy particular, pues en un tipo de vehículo en el que la comodidad y el espacio son prioritarios, se quiso integrar a la fórmula un factor muy emocional tanto en el apartado estilístico como en la conducción. Eso es especialmente complejo en un SUV de tres filas de asientos, cuyo peso será mayor por naturaleza.
En un segmento en el que se han renovado del todo o en parte rivales como la Kia Sorento, la Chevrolet Traverse o la Toyota Highlander, la CX-9 sigue resaltando por una suspensión con una orientación más rígida, que no incómoda pero que implica un aislamiento menor del asfalto. Esa mayor convivencia con el entorno también se refleja en su más comunicativa y precisa dirección o en sus modulables frenos con todo y un pedal que se tiende a alargar.
Algo clave también es que se opte por un motor turbo: adiós a la suavidad de los V6, pero la contundencia a bajos y medios regímenes, así impliquen una entrega de energía más agresiva, también hacen que el conductor esté más involucrado, pues justo ese tipo de respuesta agrada a los más entusiastas y también hace concentrar bajo exigencia, debido a que así esta CX-9 sea AWD, es fácil que el eje delantero patine y pida correcciones en la trayectoria mientras las ruedas traseras reaccionan junto al control de tracción para evitar mayores dramas.
De todas maneras, lo que diferencia a esta edición Signature, para empezar, reside en su ya de por sí agradable cabina: madera tipo Rosewood, con textura y sin lacado, recubre puertas y la parte baja de la consola central, zonas que se acompañan de una sutil luz ambiental. Adicionalmente, la piel es de tipo Nappa con mayor suavidad y un olor distinto que contribuye a una sensación de mayor lujo a bordo. Solo el exceso de pequeños bordes cromados en agarraderas o salidas de aire le restan sobriedad a un conjunto dominado por la limpieza y el buen gusto.
La seguridad también se ve muy favorecida en la Signature: al detector de objetos en el punto ciego con alerta por presencia de tráfico cruzado al dar reversa, se le une la alerta por cambio involuntario de carril con corrector de trayectoria, sistemas integrados en la interfaz gráfica del Head-Up Display a color que sobre el parabrisas proyecta datos muy valiosos relativos a la conducción. Por ejemplo, si nos salimos del carril involuntariamente, el HUD simula el carril y hace parpadear la línea del mismo que estamos pisando para hacernos centrar de nuevo.
Además, los faros LED ahora tienen la capacidad de pasar de iluminación plena a media (o viceversa) por sí mismos: basta dejar la perilla en el modo “auto” y empujar la palanca a la posición fija para activar las luces altas para que el coche lo haga por sí mismo. Esta función es mucho más útil en carretera que en ciudad, donde hay menos interferencia de alumbrado público, si bien lo consideramos muy útil para esos numerosos despistados que deslumbran sin querer a otros usuarios del camino.
Todos estos adicionales mencionados implican un desembolso de 60,000 pesos extra en relación a una CX-9 i Grand Touring AWD, una ganga si pensamos que en algunos casos en otros fabricantes, esa cantidad se cobra por las solas vestiduras de mayor calidad, no por la madera y todo el conjunto de asistentes de seguridad activa.
Para tener una experiencia premium plena, si acaso nos hace falta, ya siendo muy detallistas, un apoyo lumbar de cuatro posiciones o una banca que pueda inclinarse para una postura de mando más perfeccionista, pues solo están los típicos ajustes de respaldo y altura. Tampoco estaría de más un techo panorámico (que subiría mucho el peso de un SUV que quiere ser ligero para sus estándares), unos asientos con calefacción o unos sensores de proximidad (o una cámara) que ayuden a cuidar la escultural trompa.
En todo caso, bienvenida esta versión que refuerza un producto que ya en sí es excelente.
Unidad probada
772,900 pesos (a fecha de la publicación)
NOS GUSTA
– Enfoque dinámico
– Nuevos acabados
– La mejora en seguridad
NOS GUSTARÍA
– Sensores o cámara adelante
– Asientos con calefacción
– Frenos más firmes
Resumen técnico
MOTOR
Tipo/cilindrada: L4, 2,488 cc, Turbo
Potencia máxima: 250 HP a 5,000 rpm
Par máximo: 420 Nm a 2,000 rpm
TRANSMISIÓN
Caja: Automática, seis velocidades
Tracción: Integral emergente
DIMENSIONES
Peso vacío: 1,984 kg
Largo x ancho x alto: 506 x 196 x 171 cm
Distancia entre ejes: 292 cm
Cajuela: 1,081/407 litros (SAE)
PRUEBAS AUTOMÓVIL (a 2,240 msnm)
0 a 400 metros: 15.98 s
Rebase 80 a 120 km/h: 6.95 s
Frenado de 100 a 0 km/h: 46.95 m
Consumo medio: 9.74 km/l