Por Manuel Fernández Fotos: Carlos Quevedo
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El nombre Cavalier revive en forma de este sedán proveniente de China, cuyo papel es el de apuntar a autos intermedios entre los subcompactos y los compactos, como el SEAT Toledo o el Peugeot 301, así como a aquellos compactos en sus vertientes más básicas, véase un Jetta con el antiguo 2.0 de dos válvulas por cilindro.
Que no llegue al planteamiento más sofisticado del Cruze se nota de entrada no necesariamente en su apariencia, de la que no solemos comentar debido a toda la carga subjetiva que hay, pero que vale la pena mencionar en este caso pues el Cavalier luce menos básico de lo que realmente es. Su condición más austera empieza a quedar clara es en detalles de acabado más económicos, aunque el interior en general luce correctamente fabricado. Algunos ejemplos son un volante que solo se ajusta en altura, la súbita forma de abrir de la guantera o el poco aislamiento acústico del motor. Llama la atención que en las versiones menos equipadas (LT) haya frenos de tambor traseros en lugar de los discos del Premier.
Esa austeridad buscada a propósito se confirma es con el impulsor, pues el 1.5 de 107 hp, pese a que se trata de aprovechar al máximo con una transmisión automática bien escalonada en los cambios de aceleración, lucirá escaso en condiciones de mucha carga o a altitudes elevadas, como podría pasar por ejemplo en Ciudad de México, en Puebla o en Hidalgo. Al nivel del mar se desenvuelve aceptablemente con una ganancia de energía perceptible arriba de las 4,000 rpm. De todas maneras, en el apartado dinámico lo que verdaderamente resalta es una transmisión más suave que rápida o un andar blando pero con un balance correcto para no comprometer la estabilidad. En ese sentido se notan componentes que quedaron de la anterior generación del Cruze, cuyo chasís era uno de sus puntos destacables.
Aunque los dos niveles de equipamiento cuentan con control de estabilidad (que no está presente en el Jetta 2.0 ni en algunos 2.5, tampoco en un Sentra 1.8), creemos que debería haber más de dos airbags en el LT e incluso cortinas en el Premier si consideramos que estos elementos ya son de fábrica en otros subcompactos o compactos más económicos. Por espacio, la segunda fila cumple si bien habrá que medirlo una vez lo evaluemos a fondo en la redacción, pues si algo destaca en rivales como el mencionado SEAT o el Peugeot, es justamente su vasta habitabilidad y una cajuela de mayores dimensiones, por arriba de los 500 litros (405 l en el Cavalier).
Por $283,900 pesos, un Cavalier LT se posiciona arriba de un Sonic Premier. El Cavalier Premier, por $311,900, queda solo un poco encima del Cruze LS con caja automática. Comparando con otras marcas, sedanes del segmento C como un Elantra o un Forte se encuentran con caja automática desde un costo inferior al Cavalier, con motores de dos litros y seis bolsas de aire.