Por Gilberto Samperio (@gilsamperio) Fotos: Carlos Quevedo.
Previo a su comercialización, tuvimos la oportunidad de conocer al nuevo Kia Rio Hatchback, que no solo representa la segunda opción a ensamblarse en la nueva planta de la casa coreana en Pesquería, Nuevo León, sino que dispone de una interesante renovación a nivel global –la presentación en el Salón de París así lo confirma-, que busca ganar el interés de los automovilistas mexicanos.
La homologación física del nuevo Kia Rio para México está basada en tres requisitos. Sin embargo, antes de satisfacer las exigencias del marco regulatorio mexicano, primero se acumula un kilometraje para lograr que el motor cumpla su ciclo de maduración. Para ello se realizan recorridos a ritmos normales en carreteras mexicanas utilizando combustible nacional, siempre bajo la mayor discreción posible. La intención es lograr un total mínimo de cinco mil kilómetros. Afortunadamente, pudimos “captarlo” durante el rodaje en las cercanías a la zona de Naucalpan, Estado de México.
Durante este proceso de homologación, que puede tomar varias semanas, se continúa al mismo tiempo con la cumplimentación de trámites y procesos frente a las autoridades mexicanas, concretamente Profepa y Semarnat, así como a SEGOB vía sus cuerpos de seguridad pública.
La homologación física como tal tiene lugar en tres frentes. La primera es una prueba de gasto de combustible y la segunda, la medición de emisiones contaminantes. Ambas son realizadas al mismo tiempo por razones obvias; se aplica un ciclo en banco de rodillos de algún laboratorio automotriz certificado y reconocido por la Profepa, donde se obtiene el rendimiento de combustible y son medidos los gases del escape para certificar el cumplimiento con las normas mexicanas vigentes. Después, al cobijo de un especialista certificado se realiza el test de ruido externo mediante una prueba dinámica estandarizada en campo.
En cualquiera de las tres pruebas se usa un vehículo ya maduro, con el kilometraje acumulado antes mencionado, usando combustible nacional y con el motor estipulado como próximo a ser comercializado.
Obviamente el tipo de tren motor, suspensión y afinación son considerados desde mucho antes en los cuarteles de ingeniería de Kia. Como bien apunta el ingeniero Francisco Yeverino, gerente de homologación, quien nos explicó que los detalles de esta validación, los diseños y conceptos de las grandes autoconstructoras son globales, y permiten ajustes o afinaciones específicas para distintos mercados, para que resulte mucho más fácil su exportación y comercialización a todas las regiones del planeta.
Por el momento, Kia México no dispone de un protocolo interno para las pruebas físicas de sus nuevos vehículos, en parte porque los productos recién arribados a suelo azteca ya cumplimentaron varios pasos de certificación a nivel global. Sin embargo, sí existe una supervisión de todos estos movimientos por parte de la casa técnica de Kia en Corea, que consiste en confirmar –y corregir si fuese necesario–, los puntos finos para lograr una certificación consistente de cara a las exigencias del marco regulatorio mexicano. Por cierto, existe un acuerdo o intercambio con los laboratorios y equipos de ingeniería de otras marcas –léase Ford, GM o Chrysler-, que al contar con el reconocimiento de las autoridades mexicanas pueden certificar cualquier vehículo de otra empresa que vaya a ser comercializado en el territorio nacional.
Durante nuestro acercamiento al nuevo Kia Rio HB pudimos observar varios elementos curiosos como el uso de plásticos sin acabado superficial: planos, llanos, solo sirven para comprobar el correcto ensamble de estos paneles. Otro detalle curioso es la ausencia de VIN pues el modelo evaluado es un preserie, lo cual significa que únicamente falta un paso para lograr ser un producto final antes de que se apruebe su construcción en la línea de producción. Ya confirmada esta homologación, se requiere para su total ejecución tanto en el plano físico como legal, un aproximado de seis meses, tras lo cual el nuevo Kia Rio HB fabricado en México podrá circular sin problemas al cumplir todos los requisitos de las autoridades aztecas.
De esta manera, Kia nos corrobora la importancia del mercado mexicano en su reciente desembarco, siempre cumpliendo los protocolos legales del país y con el esfuerzo de los trabajadores. Así, el nuevo Rio será un vehículo nacional bien hecho y completo, para satisfacción del automovilista local.