Por Manuel Fernández (@Mfer_89) Fotos: Carlos Quevedo
Kia anuncia que a partir de abril estará disponible la nueva generación de la Sportage, que por cierto ya hemos podido conducir en México en una versión cuya venta aún se evalúa.
Aunque ha estado disponible por apenas un año, la Sportage saliente se posicionó como la cuarta SUV mejor vendida de nuestro mercado durante febrero.
Los motores que nos han anunciado de forma preliminar para el país son dos cuatro cilindros aspirados a gasolina, el primero un 2.0 compartido con productos como el Forte (153 hp, 192 Nm), el segundo un 2.4 que también utiliza el Optima, con inyección directa, 181 caballos y 237 Nm de torque. La caja en ambos casos será una automática de seis velocidades y la tracción, salvo en la 2.4 más completa (que es AWD), a las ruedas delanteras.
Ahora provendrá de Corea del Sur y no de Eslovaquia, como el modelo que ha estado disponible hasta ahora, si bien a nosotros nos han dado un prototipo preserie pensado para Europa y que a futuro podría ser la vertiente tope de la gama, al equipar tracción integral, un 1.6 turbo de 180 caballos y 265 Nm de par y una caja robotizada de doble embrague con siete relaciones.
Por dentro, no se puede ignorar el avance en relación a la pasada Sportage. Las texturas del panel principal (con una costura bordeándolo), encima de las puertas o la piel no tan sintética en los asientos suben la sensación de calidad y solidez que ya existía desde antes. El espacio interior se mantiene excelente para ambas filas, aunque la ganancia más palpable está en una cajuela con casi 40 litros adicionales de capacidad.
Ya encaminados, lo primero que se nota es el turbolag de la planta motriz experimental. En plano, es muy evidente la patada entre las 2,000 y 3,000 rpm y una aceleración que fácilmente la ubicaría en los primeros lugares entre sus rivales. Si no se pasa a la modalidad manual, la caja no será la más rápida en reaccionar y, siendo de doble clutch, recuerda por obediencia e inmediatez más a la Powershift de Ford que a la DSG del grupo Volkswagen.
La suspensión, que trabaja en conjunto con sendas llantas de bajo perfil en rin de 19 pulgadas, ofrece una marcha que da la sensación de que se quiso endurecer para compensar el desempeño adicional (esperamos un andar más suave en las de motor aspirado), pero sigue siendo blanda al final y solo se consiguió que fuera un tanto más nerviosa en las típicas calles bacheadas de la Ciudad de México. Igual ocurre con la dirección, es rápida y precisa, aunque su asistencia elevada, más para facilitar maniobras de estacionamiento.
En breve tendremos toda la información relativa a este inminente lanzamiento, incluyendo precios. Sobre este contacto, esperen la versión completa en nuestra edición 256.